n los días recientes se ha discutido la posibilidad de fusiones o de alianzas entre partidos. Antes de entrar a lo que sucede en México, quiero aprovechar algo de la reciente experiencia en España.
En España se celebraron el 24 de mayo pasado elecciones locales y regionales. Tienen un interés especial en España porque habrá elecciones de gobierno nacional alrededor del próximo noviembre.
El Partido Popular, en el poder, creado en buena parte por herederos del dictador Franco y muy muy derechista, sufrió un fracaso que, además de los poderes que le quitó, puede ser un precedente de la elección nacional. Ese partido obtuvo 22 por ciento de la votación, y perdió el gobierno de la capital, Madrid, y de ciudades muy importantes como Barcelona, además de otras ciudades y regiones.
Los partidos que han estado en el gobierno nacional, el mencionado y el Partido Socialista Obrero Español, no suman los votos para tener mayoría, tampoco.
La oposición está muy dividida, pero a la hora de formar gobiernos de provincias o de ciudades, se pusieron de acuerdo en cada caso, para tener mayoría, y lograron así gobernar.
Esto, además, causó una polémica entre los grupos y partidos opositores españoles. Unos plantean, para la elección nacional, que se logre una planilla única y tener seguridad así de tirar y sustituir al gobierno actual. Otros dicen que su partido va a llegar con su programa y sus candidatos, y luego vemos.
Tomando en cuenta esta experiencia, pasamos a analizar la situación que tenemos en México. En la izquierda tenemos más tiempo hasta la elección nacional, pero también un panorama tal vez más complicado que resolver, y creo que deberíamos empezar a verlo ya.
La discusión pública reciente empezó cuando, para evitar la liquidación del Partido del Trabajo, se podría unir éste con el PRD. Pero parece que esta liquidación desapareció por la anulación de cuatro casillas de voto, que hacía que los votos del PT quedaran un poco arriba de 3 por ciento. Pero lo de la unidad de partidos siguió en discusión.
Creo que el camino de fusiones de agrupaciones es hoy poco viable, y que más bien se requiere un frente, una asociación de partidos y organizaciones en general, para presentar un frente único, sobre todo en las próximas elecciones presidenciales. Creo que eso sería un avance importante, pero habría que considerar otros problemas, incluso el fraude electoral, que hasta la fecha sólo se ha discutido cuando ya sucedió, o cuando está en curso.
Dentro del PRD se notaron discusiones pero también declaraciones. Una, muy grave, es que además de acercamientos con organizaciones de izquierda y otras, el PRD buscará una amplia alianza electoral con el Partido Acción Nacional
. Eso sí es grave. Se dicen de izquierda y buscan una amplia alianza
con la derecha. Ya la hicieron al principio de este sexenio con el gobierno súper reaccionario, y ahora con el PAN. La primera alianza mencionada les costó las elecciones pasadas y otros desastres. ¿Acaso creen que la gente ya olvidó las atrocidades de los dos gobiernos inmediatos anteriores del PAN, los de Vicente Fox y Felipe Calderón?
Deben decidirse: o tienen alianza con la derecha o con los organismos de izquierda, pues éstos no van a aceptar aliarse con la derecha, ni con el actual gobierno.
Está bien que el PRD esté en proceso de cambio. Pero no todavía más a la derecha.
El partido Morena también debe cambiar para este proceso. No se debe insultar a dirigentes de izquierda, sino discutir políticamente los problemas. No se debe presumir que son mayoría en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, porque son una tercera parte, son la minoría más grande. Si no se ponen de acuerdo con otros diputados, no van a sacar nada, se necesita juntar mayoría absoluta para sacar un acuerdo, y eso implica dos o más partidos en la situación actual. En la cámara no se puede actuar como secta.
Las elecciones pasadas de presidente, pese a que la izquierda presentó un candidato único, hubo fraude electoral, pero en mi opinión eso era previsible. Pero si la izquierda se presenta dividida, como en la elección pasada, la de junio, pues va a ser elección entre el PRI y el PAN, como lo fueron las tres elecciones presidenciales pasadas.
Otro elemento muy importante es el acercamiento de la izquierda con organizaciones sociales, apoyando sus demandas: sindicales, campesinas, indígenas y demás.
Una de mis intenciones con este artículo es la de iniciar, o continuar, una discusión con vistas a tener una organización amplia de toda la izquierda.