La Orquesta Sinfónica Infantil de México (OSIM) y el Coro Infantil de la República (CIR) se erigen en dos de los más generosos e importantes proyectos musicales del país.

El domingo, ambas agrupaciones ofrecieron en el Teatro Principal del Palacio de Bellas Artes el segundo y último concierto, resultado del trabajo académico y artístico desarrollado por niños y jóvenes durante una semana en la edición 24 del Campamento de Estudios y Conciertos de Verano 2015 efectuado en Amealco, Querétaro.

El esfuerzo y el talento de los más de 200 niños y adolescentes, fue recompensado con aplausos de familiares, compañeros y amigos de los noveles músicos, al término de cada una de las interpretaciones, dirigidos por el maestro Eduardo García Barrios.

El concierto en Bellas Artes permitió reconocer el nivel de calidad e interpretación logrado por la OSIM, desde su creación en 2001, así como el de la agrupación coral, las cuales se han consolidado y convertido en semillero de jóvenes talentos, cuyos egresados en muchos casos se integran luego a la Orquesta Escuela Carlos Chávez, para proseguir su carrera en las agrupaciones juveniles y profesionales más importantes del país.

Auspiciados por el Sistema Nacional de Fomento Musical, por conducto del Movimiento Nacional de Agrupaciones Musicales Comunitarias (MNAMC) y del programa nacional Cultura para la Armonía, la idea es promover mediante el quehacer musical el desarrollo de niños y jóvenes, principalmente de los que habitan en las localidades más desprotegidas social y económicamente y de ese modo contribuir a la recomposición del tejido social.

Según datos oficiales, en la actualidad el MNAMC tiene registradas 130 agrupaciones, entre orquestas, coros, bandas y ensambles, en los que participan unos 8 mil niños y jóvenes.

Campamento en Amealco

El Campamento de Estudios y Conciertos de Verano es un programa académico-artístico que capta e instruye a los noveles intérpretes, con la encomienda de formar nuevas generaciones de músicos que también puedan incidir, desde su trabajo profesional, a la transformación social del país.

Este año, el campamento se desarrolló del 2 al 7 de agosto. En Amealco, los chicos tuvieron intensa actividad académica y musical en jornadas de ocho y 10 horas, con tutoría de 14 maestros para la orquesta y dos para el coro, quienes se encargaron de asesorarlos en técnica y ejecución con la finalidad de pulir los sonidos.

Este año también, desde la creación de la OSIM, se contó con el apoyo de los 32 estados.

De acuerdo con Eduardo García Barrios, para la ocasión seleccionaron un programa académico y pedagógico con obras de cierta dificultad, para crear un mosaico de estilos que brinden a los estudiantes la oportunidad de comprender de diferentes formas la música; asimismo, respecto del coro se buscó que tuviera más movimiento corporal y presencia escénica.

Por ello, los conciertos que presentaron los estudiantes del Campamento de Verano –en la Biblioteca de México (el sábado 8) y en el Palacio de Bellas Artes (el domingo 9)–, incluyeron obras de George Bizet, Nikolái Rimsky-Korsakov, Giovanni Battista Pergolesi, Silvestre Revueltas y Manuel de Falla.

Los recitales se distinguieron por el estreno mundial de los arreglos que el compositor Arturo Márquez hizo a cuatro canciones tradicionales mexicanas: Hanal Weech, El feo, Tirineni Tsïtsï y Canción mixteca, interpretadas por el coro en lenguas indígenas (La Jornada, 8/8/15).

El resultado de esa intensa preparación, de los más de 200 niños y adolescentes, se pudo reconocer y apreciar el domingo en el Palacio de Bellas Artes, en un concierto que concluyó con la interpretación de Alas a Malala, de Arturo Márquez, así como un festivo popurrí de rítmicos mambos dedicados a sus tutores y profesores, que además permitió a los chicos de la orquesta y el coro mover el cuerpo y zangolotear los instrumentos.