Estambul.

La ciudad más grande de Turquía vivió una jornada violenta este lunes, cuando dos mujeres de una agrupación armada marxista abrieron fuego contra el consulado de Estados Unidos, mientras presuntos militantes de una organización separatista kurda hicieron estallar un coche bomba en una comisaría y sorprendieron con disparos de armas de fuego a varios policías que acudieron al sitio del atentado.

La agresión al edificio consular estadunidense no provocó daños al personal diplomático o de seguridad, pero murió una de las atacantes y la otra fue capturada. El jefe de la comandancia policial en el distrito de Sultanbeyli, en la periferia oriental de Estambul, murió durante el ataque perpetrado en la madrugada.

Las acciones armadas son parte de la respuesta que desde el 20 de julio ha dado el Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK, por sus siglas en kurdo) a los bombardeos de la fuerza aérea turca sobre sus posiciones en el este del territorio, con el argumento de combatir al Estado Islámico, la organización religiosa-militar que proclamó un califato en el norte de Irak y Siria.

En el sureste del país, donde la mayoría de la población es kurda, cuatro policías murieron al explotar una bomba colocada por kurdos sobre una carretera en la provincia de Sirnak, fronteriza con Irak y Siria. Además, un soldado del ejército turco falleció cuando un helicóptero militar fue blanco de un proyectil lanzado por separatistas con un lanzacohetes.

Los ataques de este lunes no fueron reivindicados por organización alguna, pero el gobierno turco se apresuró a responsabilizar al Frente Ejército Revolucionario de Liberación del Pueblo y al PKK, que tienen antecedentes de cooperación.

El PKK ha revindicado la muerte de 20 policías durante las últimas dos semanas, periodo en el que intensificó sus acciones armadas en reacción a la decisión del gobierno turco de retomar la guerra contra el terrorismo, término que utiliza para justificar sus operaciones contra el PKK y el EI, que no tiene presencia en territorio de Turquía. Hasta ahora, casi todas las movilizaciones de las fuerzas de seguridad turcas han estado dirigidas contra los separatistas kurdos.

Al sur de la frontera turca, en el norte de Siria, el Frente Al Nusra, vinculado a Al Qaeda, anunció su retiro del frente de combate contra el EI en el norte de la provincia de Alepo y cedió su lugar a otras organizaciones armadas que combaten al gobierno del presidente Bashar Assad desde 2011, con apoyo externo.

En Irak, dos bombas estallaron en la provincia de Diyala y causaron 42 muertos y 72 heridos. El ataque fue reivindicado por el EI.