Temoaya, Méx.

Comunidades de Chiapas, Guerrero, Oaxaca y una parte de Michoacán padecen todavía un rezago social que hay que atender, por ello el gobierno federal pondrá a consideración de la 63 Legislatura de la Cámara de Diputados un programa de zonas económicas especiales para crear más empleos y generar inversión productiva en ellas, anunció el presidente Enrique Peña Nieto, durante la celebración del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, que se llevó a cabo en el Centro Ceremonial Otomí de esta localidad.

El mandatario también se comprometió a llevar agua, energía eléctrica y drenaje a 3 mil 250 comunidades con poco más de un centenar de habitantes y que se localizan en zonas muy alejadas. Detalló que se llevarán esos servicios a un conjunto de poco más de 2 millones de indígenas para que tengan mayor calidad de vida y condiciones de bienestar.

Ante cientos de mazahuas, matazintlas, nahuas y otomíes del estado de México y de representantes wixáricas, chontales, zoques y tzotziles, entre otros, Peña Nieto destacó que el país es pluriétnico y pluricultural, pues uno de cada 10 mexicanos tiene origen en uno de los pueblos indígenas.

Esa diversidad étnica es parte de la riqueza de la nación, pero todavía 70 por ciento de la población indígena enfrenta condiciones de pobreza, según datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), agregó. Allí hay que focalizar los esfuerzos; redoblar el paso y comprometer las acciones, expuso.

Refirió que el gobierno federal tiene diversos programas para apoyar a los pueblos originarios, en los cuales se han invertido en este año más de 80 mil millones de pesos. Aseguró que la Cruzada Nacional contra el Hambre –que atiende a 1.5 millones de familias asentadas en 406 municipios indígenas– llevó agua, electricidad, vivienda y caminos a mil 900 comunidades.

Subrayó que con las becas y escuelas incluidos en la reforma educativa –a la que calificó de una de las más importantes de su administración– se impulsa el desarrollo de la niñez y la juventud de los pueblos originarios, a quienes debe darse mayor oportunidad para su desarrollo personal.

En ese acto, durante el cual fueron continuas las porras con su nombre, Peña Nieto entregó certificados para mejorar la producción y productividad indígenas, de vivienda digna, drenaje y alcantarillado y ampliación del sistema de agua potable a representantes de las comunidades de Acteopan, Puebla; Oaxaca de Juárez; Jonuta, Tabasco; Uxpanapa, Veracruz; Larráinzar, Chiapas; El Nayar, Nayarit; Cuautitlán de García Barragán, Jalisco, y San Felipe del Progreso, estado de México. A la comunidad wixárica de Huazamota, Durango, entregó un certificado para resguardar sus lugares sagrados.

Antes, el gobernador del estado de México, Eruviel Ávila, apuntó que se han invertido 2 mil 500 millones de pesos –más del doble que en la administración anterior, que encabezó Peña Nieto– para apoyar a los indígenas que habitan en 32 municipios de la entidad y que los servicios de salud avanzaron en 11 puntos porcentuales en un lustro.

La directora de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), Nuvia Mayorga Delgado, comentó que la institución fortalecerá la consulta previa, libre e informada entre los pueblos indígenas, en un contexto de confianza y respeto mutuo; continuará impulsando la igualdad de género y el desarrollo de las capacidades. Para este último caso, la CDI otorgó un fondo de garantía a la Financiera Nacional para el Desarrollo Agropecuario, Rural, Forestal y Pesquero, pero no especificó en qué consiste el acuerdo.