Madrid.

Un empresario español, dueño de la compañía Albisa SL, fue detenido este lunes cuando pretendía fugarse a México tras ser vinculado por la justicia en la trama de corrupción liderada por el ex director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) y ex vicepresidente del gobierno español, Rodrigo Rato. Es el primer implicado en este escándalo que ingresa a prisión.

Antonio Serrano Artal, juez instructor del caso Rato, lo acusó de varios delitos fiscales y blanqueo de capitales; se sospecha que la empresa que preside es fantasma y que la creó para evadir el dinero procedente de la presunta trama delictiva. La identidad del empresario se mantuvo en secreto.

Mientras avanza la investigación contra Rodrigo Rato, quien fue el máximo referente de la derecha española en asuntos económicos y el artífice del supuesto milagro económico español en la primera década del siglo XXI, sus presuntos cómplices están cada día más nerviosos. Al menos así lo evidencia el intento de fuga del empresario a México, donde tiene actualmente su lugar de residencia. También intentó desaparecer pruebas vitales para el caso.

Pero ante sus movimientos sospechosos, la policía, por orden del juez Serrano, decidió su detención inmediata y su traslado a prisión y sin derecho a fianza, una vez que la aprehensión se llevó a cabo en el aeropuerto de Madrid. La operación policial estuvo dirigida por la Oficina Nacional de Investigación del Fraude (ONIF), de la Agencia Tributaria y la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, que llegaron a la conclusión de que la empresa que dirige el detenido es en realidad una pantalla.

La policía sospecha que Albisa SL pudo haber intervenido en varias operaciones supuestamente fraudulentas por las que es investigado Rodrigo Rato, entre ellas la compra de un hotel en Berlín, en el que invirtió 400 mil euros obtenidos supuestamente de comisiones cobradas a varios proveedores de Bankia.

El juez y la policía sostienen que las empresas Zenith Media y Publicis Comunicaciones España pagaron 2 millones de euros a Albisa Inversiones y Asesoramiento por servicios que realmente no se prestaron. Esta sociedad a su vez habría facturado a Kradonara, la mercantil a través de la cual Rato controlaba el hotel de Berlín, facturas que podrían ser falsas.

El viernes pasado todos los grupos parlamentarios de oposición exigieron la dimisión del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, porque mantuvo una reunión secreta en su oficina con Rato, alegando que durante el encuentro únicamente trataron asuntos relacionados con su seguridad.