El número de unidades de la Red de Transporte de Pasajeros (RTP) que prestan servicio de manera gratuita, a raíz de la suspensión del servicio en el tramo elevado de la línea 12 del Metro, hace 17 meses, se redujo 63 por ciento, informó Hugo Bautista.

El líder del Sindicato de Trabajadores del Transporte de Pasajeros del Distrito Federal explicó que de 300 unidades con que empezó el programa de apoyo, ahora son 110, las cuales resultan insuficientes para trasladar diariamente a alrededor de 50 mil personas.

Dijo que los usuarios deben esperar hasta una hora para abordar una unidad –o pagar 12 pesos si deciden tomar el microbús–, y en caso de lograr meterse, corren el riesgo de quedarse en el camino, porque son camiones con más de 14 años de antigüedad sin mantenimiento preventivo y correctivo.

En conferencia de prensa, denunció que los autobuses que trasladan diariamente a un promedio de 400 mil personas, sobre todo en zonas de alta vulnerabilidad, se han convertido en bombas rodantes. Puso como ejemplo que cinco unidades se incendiaron, mientras a otras tres se les salieron las ruedas mientras circulaban.

La falta de mantenimiento ha provocado además una reducción de 60 por ciento del parque vehicular, pues de mil 365 unidades, únicamente prestan servicio 540, reflejándose en una caída de 53 por ciento en el número de pasajeros, que antes era de 750 mil, que se recuperaría si se invierten 20 millones de pesos en refacciones para rehabilitar 228 autobuses, señaló.

Hoy, dijo, la gente debe esperar más de una hora el camión y ver cómo se las arreglan después de las 22 horas, porque se suspende el servicio, cuando 300 operadores realizan tareas ajenas porque no tienen materia de trabajo, con un costo a la nómina de 2.2 millones de pesos mensuales.

Ante ello, dijo que este jueves lanzarán una campaña de volanteo entre los usuarios de las 94 rutas de la RTP para informar de esta situación.

y deslindarnos del mal servicio que se presta y de cualquier accidente que suceda, con el fin de frenar las agresiones de la gente, cuando la única responsable es la directora del organismo, Ileana Almazán.