Brasilia.

Fiscales federales presentaron este jueves cargos formales contra el presidente de la Cámara de Diputados de Brasil, Eduardo Cunha, por haber recibido un soborno de 5 millones de dólares por un contrato para dos naves de perforación petrolera, en el contexto de una trama de corrupción en la estatal Petroleo Brasileiro SA (Petrobras).

La fiscalía también fincó cargos contra el senador Fernando Collor de Melo, ex presidente brasileño (1990-1992), quien renunció al gobierno en medio de un proceso de impeachment (juicio de destitución) por corrupción. Los cargos contra el ex mandatario están bajo secreto sumario y no fueron revelados, pero las acusaciones forman parte de las pesquisas por el escándalo en Petrobras.

En tanto, miles de personas se manifestaron en 32 ciudades de Brasil convocadas por movimientos sociales contra los intentos golpistas de la dercha y ultraderecha, que exigen un juicio de destitución a la presidenta Dilma Rousseff debido al involucramiento de funcionarios de su gobierno en el escándalo de Petrobras y la crisis económica.

Rodrigo Janot, fiscal general de la república, acusó a Cunha –hasta el mes pasado aliado de Rousseff– de corrupción pasiva y lavado de dinero. También denunció a la ex diputada Solange Almeida, a quien acusa de haber participado en las presiones ejercidas sobre intermediarios de empresas para recibir el dinero ilegalmente.

Cunha fue acusado, según documentos de la Suprema Corte, de recibir un soborno de 5 millones de dólares por un contrato para dos naves de perforación petrolera. Miembro del Partido del Movimiento Democrático de Brasil, Cunha renunció hace un mes a la coalición que apoya a Rousseff para unirse a legisladores de oposición que promueven un juicio político contra la mandataria.

Janot presentó los cargos contra Cunha ante la Suprema Corte. Los funcionarios elegidos en las urnas y los ministros solamente pueden ser juzgados en ese ámbito.

Collor de Melo estaba en la lista de la Suprema Corte de personas bajo investigación en el caso Petrobras. Fue presidente entre 1990 y 1992, cuando renunció en medio de una investigación por corrupción. Desde 2007 es senador por el estado de Alagoas.

Eduardo Cunha, presidente de la Cámara de Diputados de Brasil, implicado en el escándalo de corrupción en Petrobras. La imagen es de archivoFoto Ap

Unos 30 legisladores están bajo investigación por acusaciones de que recibieron sobornos pagados por empresas de ingeniería para obtener contratos con Petrobras, trama en la que se movieron 2 mil millones de dólares durante una década.

Cuatro días después de que cientos de miles pidieron en las calles la destitución de Rousseff, las marchas en este día laboral congregaron a sindicatos y movimientos sociales de izquierda en apoyo a la mandataria, cuyo índice de popularidad es de apenas a 8 por ciento después de haber sido relecta el año pasado.

El presidente del gobernante Partido de los Trabajadores, Rui Falcao, llamó a los brasileños a manifestarse en defensa de la democracia, y grupos como el Movimiento de los Trabajadores Sin Techo (MTST) dijeron que protestaban contra las políticas económicas de Rousseff, aunque se oponen a que salga del gobierno.

En Río de Janeiro, entre 300 y 400 miembros del MTST y otros grupos se reunieron a la hora del almuerzo en la céntrica plaza de Cinelandia. ¡Tomar las calles por derechos, libertad y democracia! ¡Contra la derecha y el ajuste fiscal!, fue la consigna con la que convocaron a las movilizaciones la Central Única de los Trabajadores y el Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra, entre otros.

Al promediar la jornada, había manifestaciones en los estados de Alagoas, Bahía, Ceará, Mato Grosso do Sul, Paraíba, Pará, Pernambuco y Paraná. Al cierre de esta edición no había sido informado el número de participantes.

En el centro de las demandas destacó la política económica del ministro de Hacienda, Joaquim Levy, cuyo plan de austeridad es considerado por los trabajadores como un retroceso en los avances alcanzados en los últimos años en materia social y laboral.

Rousseff se reunió este jueves con la canciller federal alemana, Angela Merkel, quien aseguró que empresas de Alemania están interesadas en participar en las licitaciones abiertas por el gobierno brasileño en las áreas de puertos, carreteras, aeropuertos y generación y distribución de energía.