Managua.

El presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina, reiteró la noche de este domingo que no renunciará, y tras pedir perdón a los guatemaltecos porque miembros de su gobierno han incurrido en actos de corrupción, dijo que se sujetará a los procesos que corresponda.

El pronunciamiento de Pérez Molina, cuya salida exigen diversos sectores de la sociedad, se conoció tres días después de que su ex vicepresidenta Roxana Baldetti fue detenida por su participación en la trama conocida como La Línea, liderada por Juan Carlos Monzón Rojas, ex secretario de la funcionaria.

La fiscalía y la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala, de la Organización de Naciones Unidas, solicitaron el viernes pasado el retiro de la inmunidad de Pérez Molina, luego de determinar en una investigación sobre el caso que una red de funcionarios y particulares recibía sobornos de empresarios, con el fin de ayudarles a evadir impuestos.

Entre las evidencias obtenidas se encontró que en una semana Pérez Molina y Baldetti habrían recibido unos 262 mil dólares por cohecho.

Pérez Molina se dirigió al país en un mensaje en el que negó su vinculación con La Línea, horas después de que renunciaron los ministros de Salud, Luis Enrique Monterroso, y de Agricultura, Ganadería y Alimentación, Sebastián Marcucci, así como la comisionada presidencial para la reforma policial, Adela Torrebiarte, y en momentos en que continúan las manifestaciones en demanda de la renuncia del gobernante y el aplazamiento de las elecciones previstas para el 6 de septiembre.