En lo que ya se preveía como un lunes negro, ante el escenario de volatilidad que se preveía en los mercados cambiarios y las bolsas, afectadas por los malos resultados de la economía china, el mercado accionario mexicano registró un desplome hasta de 6.8 por ciento en el arranque de la jornada, un nivel que rozó los siete puntos porcentuales de pérdidas previstos para suspender automáticamente las actividades en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) y evitar daños mayores.

El propio mercado se tranquilizó a lo largo del día y logró disminuir las pérdidas de la apertura, para concluir la sesión con baja de 692.35 puntos, equivalentes a 1.64 por ciento de caída. De esa forma, el índice de precios y cotizaciones se ubicó en 41 mil 471.47 unidades, nivel que no se observaba desde el pasado 30 de enero.

Creemos que esta turbulencia se mantendrá a corto plazo y no descartamos una recuperación. Sin embargo, pensamos que el mercado deberá regresar a validar nuevamente los niveles de soporte y tratar de estabilizar su cotización, debido a que los inversionistas están saliendo de transacciones de mayor riesgo (acciones, monedas y productos primarios) y buscan refugio en aquellas que son consideradas como seguras, comentaron analistas del grupo financiero Banorte-Ixe.

Desde la semana pasada los analistas ya preveían el arranque de la semana con alta volatilidad derivada del proceso de normalización de la política monetaria de la Reserva Federal de Estados Unidos, que, según expertos del grupo financiero Santander México, trae consigo un repunte de la aversión al riesgo y volatilidad de los mercados financieros.

La BMV no fue ajena a la volatilidad del resto de las bolsas de valores, en particular por el desplome en 8 por ciento de las acciones chinas, en una ola de ventas por pánico, y en una jornda en la que muchos de los mercados sufrieron uno de los momentos más álgidos de la crisis financiera global de 2007. Esto, causado por la decepción de los inversores de que Pekín no anunciara medidas de política monetaria de respaldo esperadas durante el fin de semana.

Así, el índice compuesto de Shanghai, de referencia, perdió 8.5 por ciento, para cerrar en 3 mil 209.91 puntos, su mayor caída en un día desde el 8.8 por ciento del 27 de febrero de 2007.

También las acciones europeas se derrumbaron tras el colapso chino, borrando cientos de miles de millones de euros al valor de los papeles líderes y hundiendo a uno de los índices referenciales a mínimos de siete meses.

Las bolsas de Francfort y París perdieron 4.7 y 5.4 por ciento, respectivamente. El mercado griego –que ya arrastra caídas por los problemas de deuda– se derrumbó más de 10 por ciento.

El índice paneuropeo FTSEurofirst 300 cerró con pérdida de 5.39 por ciento, a 1,350.18 puntos, con lo que sufrió su peor caída porcentual desde noviembre de 2008 y borró de un plumazo unos 450 mil millones de euros (521 mil 420 millones de dólares) de su capitalización total de mercado.

En el continente americano el Dow Jones cayó 3.55 por ciento, en tanto el tecnológico Nasdaq retrocedió 3.82 puntos porcentuales.

En Tokio, el índice Nikkei cerró con pérdida de 4.61, su nivel más bajo en seis meses; el contagio llegó hasta la bolsa de Taiwán, que cerró con caída de 4.84 por ciento; Hong Kong perdió más de 5 puntos; la bolsa de Sidney, 4.09, y la de Seúl, 2.47 por ciento.