Integrantes del Movimiento de Aspirantes Excluidos de la Educación Superior (Maes) marcharon ayer de la Estela de Luz, en Chapultepec, a la sede de la Secretaría de Educación Pública (SEP), en el Centro Histórico de la ciudad de México, para exigir a las autoridades mayores espacios en las universidades públicas.

Tras la movilización, mantuvieron un plantón frente a la dependencia en demanda de instalar la mesa de negociaciones con la SEP e instituciones como la Universidad Nacional Autónoma de México y el Instituto Politécnico Nacional (IPN), a fin tener ingresos indirectos a esas casas de estudios.

La marcha y las varias horas de plantón fueron infructuosas, pues no lograron ser recibidos por los funcionarios, pese “al compromiso previo de que avanzarían en una mesa de diálogo.

En los últimos dos meses han sido varias las ocasiones en que decenas de jóvenes se han manifestado frente a la SEP, pero en todas ellas, dijeron, los funcionarios se han dedicado a darle vueltas y vueltas al asunto.

Señalaron que aunque la semana pasada iniciaron pláticas con funcionarios del sector, quienes se comprometieron a propiciar la participación de instituciones públicas de educación superior –situación que se ha dado en años anteriores–, hasta ahora, ya con el ciclo escolar iniciado, todavía no hay ningún acuerdo.

Por separado, miembros del Movimiento de Aspirantes No Aceptados (Mena) se manifestaron ayer por la tarde en la Dirección General del IPN con la misma demanda: abrir más espacios en educación superior. Sin embargo, cuando se manifestaban, personas que dijeron pertenecer a la Coordinadora Estudiantil Politécnica se acercaron y los arengaron a tomar las oficinas. Así, una decena de jóvenes forzó una de las rejas y rompió la puerta de la oficina del abogado general del IPN, donde instalaron un plantón.

Horas después, el Politécnico emitió un comunicado en el que condenó el uso de la violencia como medida de presión para lograr el ingreso a sus planteles y reiteró que la única vía de acceso a ese instituto es mediante el cumplimiento de los requisitos establecidos en la convocatoria pública.

Las autoridades de la casa de estudios señalaron que en todo momento han mostrado apertura al diálogo, pero ratificaron que no es con movilizaciones ni con el uso de la fuerza como se logra el ingreso a sus aulas. Por ello, hicieron un llamado a respetar la legalidad y permitir el desarrollo normal de las actividades.