El artista y director de la compañía Gajuca, Juan José Olavarrieta (Santiago de Chile, 1968), ofrecerá en Japón una conferencia sobre el proceso creativo de su obra Hallazgo.

Ese acto se inscribe en el encuentro internacional de performance organizado por la Universidad Keio, que comenzó ayer y concluirá el primero de septiembre en la ciudad de Tohoku.

El bailarín de danza butoh, en colaboración con la dramaturga mexicana Fernanda del Monte, estrenará el 9 de septiembre en ese país la obra Sinistra, en la que participan dos bailarinas japonesas.

Respecto del estreno mundial ese día en el barrio de Shibuya, en Tokio, Olavarrieta señala que en 2013 acudió a Fernanda del Monte para invitarla a colaborar con un texto en torno a cómo la sociedad enfrenta la muerte: el resultado es Sinistra, inspirada en Pier Paolo Pasolini, poeta, narrador, dramaturgo, crítico literario, ensayista, guionista y periodista asesinado el 2 de noviembre de 1975.

“Me interesó como personaje Pasolini, pues fue asesinado. Hubo un crimen político que jamás se esclareció, porque se pensaba que lo había matado un sexoservidor, aunque también se decía que fue todo fue un complot porque él hablaba mucho del Partido Comunista; entonces, todo este ambiente político y de violencia me pareció interesante porque tiene que ver con las cortinas de humo que se generan en el poder para distraer a la sociedad y ocultar lo que realmente sucede en términos políticos.

Llama la atención eso de crear escándalos paralelos a un suceso y lo vemos no sólo en México o Chile, también en Japón, porque ahora el primer ministro dice que el país volverá a la guerra después de una tregua desde la Segunda Guerra Mundial; también está el asunto Fukushima, del escape radiactivo y la idea de repoblar esa ciudad.

Sinistra aborda el encubrimiento político, la muerte, el papel del artista y cómo se puede redefinir.

Para Olavarrieta ese foro de performance es de suma relevancia, pues acuden creadores de varias naciones y comparten experiencias en torno a una propuesta escénica, donde el tema central es la manera en que influye un espacio, un país o una comunidad.

Con esa visita a Japón no sólo se pueden abrir caminos de cooperación en danza, también de investigación sobre todo ahora que hace mucha falta el contacto directo para que no pase tanto por las organizaciones, explica a La Jornada.

El foro lo auspicia una universidad privada, dice el director de Gajuca, compañía chilena de teatro experimental e interdisciplinario.

A diferencia de otros creadores que viajan a Japón para aprender danza butoh, el artista fue invitado para compartir su investigación y forma de trabajo en Hallazgo, coreografía en la que representa rituales de momificación y entrelaza esa técnica con la antigua cultura de los chinchorros de Chile.