La exposición del artista en el museo Cuevas se inscribe en el homenaje que le rinde el INBA
Esa vertiente, sin ser sólo una tendencia estética, es un arte, expresa a La Jornada
El 7 de septiembre será presentado un libro sobre su quehacer, del crítico francés Gerard Xuriguera
Sábado 29 de agosto de 2015, p. 6
Dos son los motivos que Benjamín Romero Duarte (Acámbaro, Guanajuato, 1943) tiene para celebrar: medio siglo de trayectoria y 45 años en el arte geométrico.
La exposición antológica Geometría: gráfica, pintura, escultura, montada en el Museo José Luis Cuevas, reúne 100 obras y se inscribe en el homenaje al artista organizado por el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).
Asimismo, el 7 de septiembre será presentado el libro Benjamín: 50 años. Diseño geométrico, del francés crítico de arte Gerard Xuriguera.
Romero Duarte comenzó a trabajar en una época en la que imperaba el arte geométrico. Las modas pasan, pero Benjamín –su nombre artístico– permaneció fiel a los cubos, círculos, esferas, triángulos y cilindros.
Sigo creyendo en el objeto artístico. Mediante investigaciones y experimentaciones realizadas, sigo pensando que la geometría tiene posibilidades de desarrollo y recreación de importancia
, explica a La Jornada.
Es más, el geometrismo como tal, sin ser sólo una tendencia estética: es un arte. Está presente en todas las manifestaciones de la naturaleza y de la composición física de nuestros cuerpos.
Benjamín Romero Duarte recibió en 1968 una beca del gobierno de Francia para estudiar en ese país –obtuvo una segunda en 1986–. En el 68 su obra era “más bien de carácter figurativo, con rasgos de tipo abstracto. Sin embargo, al llegar a París me emocionó el movimiento cinético que se extendía a Milán. Empecé a visitar artistas muy conocidos como Julio LeParc, Jesús Soto, Carlos Cruz-Diez y otros más. Viajé a Italia, donde también conocí a sus creadores cinéticos.
Uno de los fundamentos del arte cinético es la geometría. Me llamó mucho la atención, comencé a experimentar y hacer proyectos geométricos.
Acción artística in situ
Benjamín Romero reconoce que en México el arte geométrico tuvo su mejor momento en los años 70 del siglo pasado: Había ya manifestaciones, aunque algunos críticos lo manejaron como geometrismo abstracto, con obras incluso de Mathias Goeritz y Helen Escobedo, entre otros. Después vino otra generación, de la que formo parte, y seguimos con la geometría. Es cuando aparece justamente el libro del Instituto de Investigaciones Estéticas, de la Universidad Nacional Autónoma de México, sobre el geometrismo en el país. También hubo una exposición en el Museo de Arte Moderno, en la que participé
.
La exposición montada en el museo Cuevas incluye ocho obras de Benjamín Romero que corresponden a una segunda versión del topoema de Cifra, de Octavio Paz, realizado en 1973 con motivo del homenaje que el Fondo de Cultura Económica rindió al escritor. Originalmente, el artista había hecho una escultura-poema
para una exposición colectiva en la librería de esa casa editorial.
En tiempos recientes, ha trabajado la greca que se remite a las culturas precolombinas, en particular, la de Mitla. Parto de una impresión sin color y sobre ella trabajo el acrílico. En algunos casos utilizo la acuarela, pero a final de cuentas conservan una reminiscencia prehispánica
.
El día del recorrido por la muestra con la prensa, Romero Duarte cerró
la exposición con una acción artística. Al final de la última sala realizó una obra in situ para demostrar que hacer formas geométricas tiene su dificultad.
El próximo proyecto del artista consiste en producir una serie de piezas –ya tiene 25 de unas 70 que piensa hacer– de formato pequeño para una exhibición de plata. También quiere trabajar el oro.
La exposición Geometría: gráfica, pintura, escultura concluirá el 20 de septiembre y se puede visitar el Museo José Luis Cuevas (Academia 22, Centro Histórico).