Anticipan analistas que la contracción durará al menos dos años
Sábado 29 de agosto de 2015, p. 23
Brasilia.
La economía brasileña –la primera en América Latina y la séptima del mundo– entró en recesión en el segundo trimestre de este año, en el arranque de un periodo de retracción que según analistas durará al menos dos años.
El producto interno bruto (PIB) retrocedió 1.9 por ciento entre abril y junio frente a los tres primeros meses del año, cuando había caído 0.7 por ciento respecto al último trimestre de 2014, informó el viernes el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).
La caída del PIB en el segundo trimestre es mayor a la prevista por analistas de bancos extranjeros y brasileños, que apostaban por una retracción de alrededor de 1.7 por ciento. El crecimiento del primer trimestre también fue revisado a la baja por el IBGE, de -0.2 a -0.7 por ciento. Cuando un país registra dos trimestres seguidos de contracción económica se habla de recesión técnica.
Frente al mismo periodo de 2014, en el segundo trimestre la economía brasileña registró una retracción de 2.6 por ciento. Y en el primer semestre de 2015, se contrajo 2.1 por ciento frente al mismo periodo de 2014. Por sectores, el agropecuario se contrajo 2.7 por ciento, la industria 4.3 por ciento, el sector servicios 0.7 por ciento y el consumo doméstico 2.1 por ciento.
Tras un alza espectacular de 7.5 por ciento del PIB en 2010 que fascinó al mundo y puso a Brasil al frente de las potencias emergentes, la economía del gigante sudamericano creció sólo 2.7 por ciento en 2011; uno por ciento en 2012; 2.5 por ciento en 2013 y apenas 0.1 por ciento en 2014. La economía brasileña creció a ritmo muy débil en los últimos cuatro años, pero no registraba una recesión desde inicios de 2009.
La presidenta Dilma Rousseff enfrenta problemas en varios frentes: la inflación está por alcanzar dos dígitos (9.56 por ciento) y ya duplica la meta oficial; la tasa de interés de referencia está en su mayor nivel en nueve años (14.25 por ciento), el desempleo ha subido por séptimo mes consecutivo y se ubica en 7.5 por ciento; el ahorro fiscal es casi nulo y el real se ha devaluado 25 por ciento frente al dólar desde enero. A ello se suma el megaescándalo de corrupción en la estatal Petrobras, el mayor en la historia del país, y la inestabilidad política.