Trípoli.

Al menos 200 personas murieron cerca de las costas libias al hundires dos barcos llenos de refugiados en el Mediterráneo y sus cadáveres llegaban a costas de ese país. Un portavoz de la guardia civil de Libia informó que numerosos cuerpos fueron arrastrados a la playa y que se está trabajando en determinar el número exacto de fallecidos, añadió. Por ahora ya hemos pasado los 200 y entre las víctimas también hay niños, aseguró.

Cadáveres trasladados al hospital son de migrantes de Siria, Bangladesh y países africanos, informaron medios locales. Unas 190 personas pudieron ser rescatadas y llevadas a tierra, indicaron fuentes oficiales de Trípoli.

La guardia costera libia lanzó dos operaciones de rescate a 10 kilómetros del puerto de Zuwara, informó el Alto Comisionado de la Organización de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), el cual expresó que unas 500 personas se encontraban a bordo de las embarcaciones. La guardia costera italiana, que coordina las operaciones de rescate, aseguró que no recibió ninguna llamada de emergencia.

Las fuerzas libias tuvieron grandes problemas para rescatar a las víctimas y recuperar los cadáveres. Un empleado de la Media Luna Roja dijo que se está haciendo todo lo posible, pero que la cantidad de cuerpos rebasa a los rescatistas.

Según el Acnur, este año más de 310 mil personas han huido a Europa por el Mediterráneo. De ese número, 200 mil llegaron a Grecia y 110 mil a Italia, lo cual supone un fuerte aumento respecto de 2014, cuando arribaron 219 mil.

En lo que va del año unas 2 mil 500 personas han muerto o desparecido, según el Acnur. En días recientes unas 100 se asfixiaron en bodegas de diversos barcos en el Mediterráneo.

La coste de Zuwara es uno de los principales puntos de partida de los refugiados, de donde miles intentan llegar a Europa.

En tanto, autoridades de Viena informaron ayer que ya fueron arrestados tres hombres, que presuntamente eran el dueño y los conductores del camión refrigerador que el miércoles fue abandonado en una autopista que une Budapest con Austria, en cuyo contenedor se encontraron 71 cadáveres; 59 hombres, ocho mujeres y cuatro niños, quienes al parecer perdieron la vida por asfixia. Los muertos eran migrantes posiblemente provenientes de Siria. Las autoridades dijeron que uno de los arrestados llevaba un pasaporte de ese país, asolado por la guerra civil y el avance de Estado Islámico.

El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, dijo estar horrorizado por esas muertes. En un inusual comunicado puso énfasis en que una gran mayoría de personas que están emprendiendo esos recorridos son refugiados que tienen derecho a la protección y el asilo. Exhortó a todos los gobiernos a actuar con compasión y humanidad.

Estados Unidos, a través del portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, instó a la Unión Europea a que actúe de forma enérgica y eficaz contra los traficantes de personas.