La poeta uruguaya Ida Vitale (Montevideo, 1923) recibió ayer el Premio Internacional Alfonso Reyes, porque su arte es una alquimia que transforma el mundo y es capaz de cambiar la materia con el solo uso de las palabras, expresó María Cristina García Cepeda, titular del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).

Páginas futuras

En ese acto, Vitale dijo: Acá estoy entre ustedes, bastante abrumada, y creo tener motivos. El primero, y más evidente: mi edad, por lo cual debería estar en mi casa pensando en todo lo que no voy a hacer en mi resto de siglo. Por lo pronto, no seguir sufriendo por él. Y segundo, dada la calidad de mis antecesores, como Borges: la tremenda inquietud por aparecer ante ustedes como una involuntaria usurpadora.

Con estas palabras, la poeta agradeció el galardón que se le entregó en el palacio de gobierno de Nuevo León.

“También –prosiguió Vitale–, aunque esto quedará como una angustia más privada, el que esta luz, que todo premio enciende, aun en tiempos como los que corren, puede iluminar con crueldad algunas páginas futuras que todavía –y espero no ser declarada culpable de abuso– están en manos de editores arriesgados.”

María Cristina García Cepeda expresó que el galardón con el nombre del humanista ha permitido a México, desde 1972, reconocer a lo más destacado de las letras en los ámbitos nacional e internacional.

La iniciativa de Francisco y Alicia Zendejas para impulsar la creación de este reconocimiento es honrada cada año con el prestigio de los galardonados. Hoy, a esta notable lista de autores se incorpora el nombre de Ida Vitale, quien nació en Montevideo pero atesora un corazón universal, pues ella, en cuerpo o alma, ha habitado distintas regiones del mundo.