Berlín.

La selección alemana de futbol, actual campeona del mundo, lanzó ayer una campaña contra los ataques xenófobos que se multiplican en el país, desbordado por la llegada masiva de refugiados.

Dirigidos por el capitán de la Mannschaft, Bastian Schweinsteiger, un grupo de jugadores aparece en un video sosteniendo pancartas en las que condenan la violencia y piden respeto a los miles de refugiados que llegan a Alemania.

La economía más fuerte de la región se prepara para recibir este año un récord de 800 mil solicitudes de asilo, más que cualquier otro país de la Unión Europea, y el cuádruple que en 2014.

La mayoría provienen de Siria, país devastado por la guerra. Le siguen Eritrea, Afganistán, Kosovo y Serbia.

La llegada masiva de inmigrantes ha desatado una ola de ataques xenófobos y protestas violentas contra los extranjeros.

"Por supuesto que el tema nos concierne. Es importante para nosotros dar el ejemplo, dijo el mánager del equipo, Oliver Bierhoff, sobre el video publicado en la página de la Asociación Alemana de Futbol www.dfb.de.

Toni Kroos dijo que la selección sintió que era un deber hacer algo contra la violencia y la xenofobia. Alemania, como uno de los países más ricos del mundo, tiene el deber de ayudar, sostuvo el astro del Real Madrid.

En tanto, Thomas Müller, del Bayern Munich, dijo que debe encontrarse una solución al problema, pero insistió en que nuestro deber es ayudar a la gente.