Caracas.

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, reiteró este sábado su propuesta de convocar una reunión con los jefes de Estado de los países miembros de la Organización de Productores y Exportadores de Petróleo (OPEP) y otros productores de crudo, declaró el mandatario desde Qatar.

Creo necesario una estrategia para reordenar el mercado petrolero con una reunión al más alto nivel de los jefes de Estado de la OPEP, declaró Maduro en un contacto telefónico con Telesur, tras reunirse con el emir de Qatar, Tammid Bin Hamad Al Zani.

Esta semana el precio del crudo venezolano registró un alza por primera vez desde junio, y cerró con un precio promedio de 42.66 dólares por barril, informó el viernes el ministerio de Petróleo.

En un contexto del desplome en los precios del hidrocarburo, que han perdido más de la mitad de su valor desde el pico alcanzado en junio de 2014, la baja en el crudo venezolano obligó en enero pasado a Maduro a realizar una gira por países productores y aliados políticos, como China, Irán, Arabia Saudita, Qatar, Argelia y Rusia, en busca de una estrategia conjunta para afrontar la caída de los precios.

Este jueves durante su visita a China, Maduro coincidió con su homólogo ruso, Vladimir Putin, con quien sostuvo una reunión en la que discutieron estrategias para buscar la estabilidad del mercado petrolero.

El mandatario venezolano aseguró que al emir de Qatar le gustó la idea de convocar la reunión y se habría comprometido a hacer las consultas necesarias dentro del organismo para convocarla. Igualmente le hice la propuesta de que a esa cumbre pueden ser invitados países productores de petróleo no OPEP, añadió Maduro.

Venezuela, que obtiene 96 por ciento de sus divisas de las exportaciones de hidrocarburos, padece desde finales de 2012 una sequía de ese rubro, que se ha agudizado y causado la acumulación de deudas comerciales por miles de millones de dólares con proveedores y empresas trasnacionales en sectores como alimentos, medicinas, aerolíneas y ensambladoras de autos.

Esto ha desatado una severa crisis de abastecimiento, con escasez de productos básicos, como alimentos y medicinas, por falta de divisas para importar, y ha provocado una inflación de 68.5 por ciento durante 2014, la más reciente cifra reportada por el banco central.