Vecinos de la delegación Benito Juárez y diputados electos del partido Morena acudieron a la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) para presentar una queja en contra de los policías capitalinos que los desalojaron la madrugada del pasado viernes del camellón de Río Mixcoac, donde acampaban para evitar que se iniciaran las obras del deprimido que se construirá en en el cruce con Insurgentes.

Los inconformes arribaron cerca de las 10:30 a la sede de la CDHDF y fueron recibidos por la tercera visitadora, Yolanda Ramírez Hernández, a quien entregaron su escrito de queja, al cual anexaron una copia de la denuncia que presentaron la semana pasada ante la Procuraduría General de Justicia de esta ciudad (PGJDF), videos y fotografías de los hechos denunciados.

En su escrito, los opositores a esa obra vial pidieron al órgano autónomo que investigue las agresiones que sufrieron aquel día a manos de policías de tránsito y del agrupamiento de Granaderos, y que también personal de la comisión pueda acompañarlos en los actos de protesta pacífica que realicen en fechas próximas.

Yolanda Ramírez Hernández, diputada electa de Morena y quien el día del desalojo estaba con los vecinos en el cruce de las avenidas mencionadas, expresó: Estamos muy preocupados por el actuar sistemático que se ha venido dando contra los manifestantes desde hace tres años, y que ha sido política del jefe de Gobierno.

Entrevistada antes de la reunión con la visitadora general de la CDHDF, añadió que en el desalojo que sufrieron los 11 vecinos presentes en el camellón de Mixcoac e Insurgentes hubo “abuso de autoridad y violación a sus derechos a la libre manifestación y a la libre expresión por parte de más de 300 policías.

“A mí –dijo– me lanzaron una patada, me jalaron de los cabellos y entre jaloneos y empujones nos agredieron, sobre todo a cuatro personas que estabamos en una zona cerca de la primera máquina, que ellos llegaron a prender, a las 2 de la mañana.”

María del Consuelo Díaz de León, habitante de la colonia Florida, aseguró que la construcción del deprimido en ese cruce generará más afectaciones que beneficios a la población aledaña, pues de entrada tirarán 400 árboles, por lo que pidió a las autoridades que atiendan las quejas vecinales y no respondan con desalojos o agresiones a la población.

Darío Carrasco Aguilar, también diputado electo de Morena, añadió: A lo que nos oponemos es que las autoridades estén impulsando obras por diversos puntos de la ciudad sin que se tome en cuenta el punto de vista de los ciudadanos. Añadió que si la policía agrede a diputados electos, qué podría esperar la gente.