Es una riqueza que destaca en el extranjero, dice Agustín Gutiérrez Canet a La Jornada
ante la violencia
El embajador mexicano en Rumania encabezará los festejos por los 80 años del inicio de relaciones diplomáticas con ese país europeo
A los rumanos les atrae lo exótico de nuestra otra raíz, la pirámide de Chichén Itzá, los cenotes
Mostrará su colección privada de litografías
Sábado 12 de septiembre de 2015, p. 3
El país destaca en el extranjero por su riqueza cultural y no debemos permitir que la violencia nos haga perder la mejor cara de México
, expresa Agustín Gutiérrez Canet.
El embajador de México en Rumania encabezará la próxima semana los festejos por los 80 años del inicio de relaciones diplomáticas entre ambos países con un programa artístico-cultural en el que participarán el escritor Francisco Prieto, el fotógrafo Rogelio Cuéllar, la editora María Luisa Passarge y la soprano mexicana radicada en Rumania Patricia Santos.
En entrevista vía correo electrónico Gutiérrez Canet habla de lo que han sido estas relaciones, desde su establecimiento en 1935, su consolidación y cómo se realiza la promoción cultural de México en ese país.
“El 20 de julio de 1935 el gobierno de Lázaro Cárdenas concedió el beneplácito a Dimitru Draghicescu como ministro extraordinario de Rumania en México (en ese época se usaba más el título de ministro, no de embajador, para designar al jefe de una misión diplomática). Este hecho marcó el establecimiento formal de relaciones diplomáticas entre México y Rumania.
“Desde entonces, las relaciones han progresado poco a poco. Los nexos pasaron de ser formalmente cordiales al inicio, a ser más sólidos al final del siglo pasado. El cambio cualitativo se debió a la Revolución rumana de 1989 que convirtió al país en una democracia y al ingreso a la Unión Europea.
Ahora estamos trabajando en una nueva etapa de consolidación para incrementar la cooperación diplomática, económica, cultural, educativa y de turismo. Para ello estamos negociando acuerdos bilaterales que consoliden la relación de manera más firme. El reto es llevarlos a la práctica y que perduren con acciones concretas.
Las relaciones fueron interrumpidas en 1941 luego de la alianza de Rumania con Hitler y se reanudaron el 15 de agosto de 1974. Una de las tareas de la embajada es, por supuesto, la promoción de la cultura mexicana. Al respecto, Gutiérrez Canet señala que la diplomacia cultural es una de las tareas más nobles. Para mí es muy satisfactorio promover la cultura mexicana porque muestro la mejor cara que tiene México. Tenemos un país que destaca en el mundo gracias a su fuerte personalidad cultural. Y no debemos permitir que la violencia nos haga perder la mejor cara de México
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Al asumir el cargo hace dos años, agrega, me propuse proyectar la cultura mexicana a través de una estrategia de promoción con programas originales que atraigan al público y tengan impacto mediático, en lugar de hacer actividades modestas y aisladas que pasan prácticamente desapercibidas
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Entre esas actividades están, por ejemplo, la realización de la primera semana cultural de México, que estuvo dedicada a Oaxaca, y el festival cultural que conmemorará los 80 años de las relaciones México-Rumania entre el 15 de septiembre y el 31 de octubre en el que queremos mostrar al público rumano algunos vínculos culturales poco conocidos que unen a México y Rumania
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Los rumanos se van a soprender
con el trabajo de Rogelio Cuéllar, que inaugurará una exposición de retratos del escritor rumano Emil Cioran, tres conferencias magistrales a cargo del escritor Francisco Prieto dedicadas a Cioran y Mircea Eliade, además del concierto de canciones mexicanas y rumanas interpretadas por la soprano Patricia Santos y el pianista rumano Lucian Dusa, en escenarios como la Biblioteca Nacional, o las librerías Carturesti, Humanitas en Cismigiu, Séneca Anticafé.
Gutiérrez Canet también participa en este programa cultural con la exposición de litografías México visto por Europa formado con piezas de su colección privada.
“Los rumanos –expresa– tienen mucha simpatía por México. Tenemos muchas afinidades porque compartimos una raíz cultural común: somos de origen latino. El emperador Trajano, de origen español, conquistó la antigua Dacia, territorio actual de Rumania. Por cierto, las jóvenes rumanas han aprendido el español debido a las populares telenovelas mexicanas. La ventaja es que escuchan los diálogos en español al mismo tiempo que leen los subtítulos en rumano.
“También a los rumanos les atrae lo exótico de nuestra otra raíz. La pirámide de Chichén Itzá, los cenotes y por supuesto la belleza de las playas de Cancún y la Riviera Maya.
Les encanta también la comida mexicana. Ahora viajan más de 10 mil turistas rumanos a México. Y van a viajar más, pues estamos trabajando con el apoyo del Consejo de Promoción Turística de México.