Sábado 12 de septiembre de 2015, p. 9
Venecia.
El realizador chino Zhao Liang viaja con la cámara a cuestas por las inmensas praderas de Mongolia para denunciar con imágenes la devastación provocada por el desarrollo del planeta en el documental Behemoth, un periplo poético y dantesco que estremeció este viernes el festival de cine de Venecia.
Y Dios creó la bestia Behemonth el quinto día. Era el mayor monstruo sobre la Tierra
, advierte fuera de campo el autor, quien se inspira en Dante y la Divina comedia para describir el Purgatorio, el Infierno y el Paraíso que simbolizan los estados en que se encuentra la Tierra debido a su desarrollo insensato.
Inspirado en la Divina comedia
La transformación de bellas mesetas y campos en tierras áridas cubiertas de polvo y cenizas provenientes de la explotación de las minas de carbón, el ruido infernal en las minería, el calor abrasador de las acerías, el silencio de ciudades fantasmas, resultan un manifiesto ecológico y a la vez poético.
Como Dante logró crear una obra que combina infierno y paraíso, logrando un conjunto y un contraste, lo mismo quise hacer yo. Me inspiré en una obra de hace 800 años para explicar lo que quería transmitir
, explicó Liang, de 44 años.
Autor de numerosos documentales sobre el rostro oscuro de China, desde la kafkiana burocracia hasta la injusta discriminación contra los enfermos de sida, Liang ofrece esta vez con imágenes reales una obra artística, con una fotografía espectacular, que resulta también una denuncia abrumadora de la destrucción del planeta por el hombre y de su idea de desarrollo económico.
Rodado todo en Mongolia, con un equipo de cuatro personas, Liang trabajó en condiciones muy difíciles, y sin autorización. Quise denunciar una situación global, porque lo mismo ocurre en Estados Unidos, en Canadá... Mongolia es sólo un ejemplo. Porque el problema es de la humanidad, estamos destruyendo nuestro medio ambiente
, afirma el director.