Perviven diferencias en política de alianzas
Jueves 17 de septiembre de 2015, p. 16
A unas horas del inicio del congreso nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD) para realizar modificaciones a sus documentos básicos, como eliminar el candado que impide a militantes de nuevo ingreso ser presidente nacional –lo que allana el nombramiento de Agustín Basave Benítez en el cargo–, los perredistas mantienen diferencias en aspectos esenciales.
Una tiene que ver con su política de alianzas y, en particular, con los acuerdos electorales con el Partido Acción Nacional (PAN), que bajo la dirección de la corriente Nueva Izquierda se establecieron desde 2010.
Otra discrepancia tiene que ver con la política de género –uno de los temas por los cuales el Instituto Nacional Electoral multó por un millón de pesos a los perredistas, al no hacer las adecuaciones correspondientes antes del 30 de septiembre de 2014.
El congreso perredista extraordinario, que empieza este jueves y concluye el domingo, sentará las bases para la renovación de la dirigencia nacional y en diversos estados, e implica que Nueva Izquierda dejará la presidencia del partido, que ostenta desde hace ocho años. Esa expresión regresará a la secretaría general del partido.
Mario Saucedo, uno de los fundadores del PRD que renunciaron a su militancia desde hace tiempo, aseguró que con los cambios a los documentos básicos que se han dado en 26 años de existencia del partido, “lo que lograron los chuchos (Nueva Izquierda) es hacer que el partido fuera a su imagen y semejanza, y conforme a sus intereses.
“Querían llegar a Los Pinos y lo lograron, pero arrastrándose… Con el Pacto por México el PRD, en lugar de ser oposición, de ser de izquierda, se convirtió en un partido palero, como el Frente Cardenista”, sostuvo en referencia al acuerdo que en los albores del actual gobierno estableció la dirigencia perredista con Enrique Peña Nieto para la aprobación de reformas estructurales.
En el proyecto de resolución política del congreso, los del PRD plantean que sus alianzas electorales deben ser con fuerzas de izquierda y progresistas, y reiteran su rechazo a aliarse con el PRI. Con el PAN, en cambio, hay dos opciones: no coaligarse y reafirmar que no existe propósito alguno de establecer alianzas electorales, de carácter general.