Washington.

La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed, banco central) decidió mantener las casi nulas tasas de interés, en razón de los recientes acontecimientos de la economía mundial y financiera, aunque dejó la puerta abierta a la posibilidad de un modesto endurecimiento de su política monetaria este año.

Tras la reunión de dos días de su comité de política monetaria (FOMC), que fue observada con mucha atención por los mercados de todo el mundo, la Fed dejó sus tasas entre cero y 0.25 por ciento, como ocurre desde diciembre de 2008, cuando el banco redujo la tasa para sacar de la recesión a la mayor economía mundial. Una tasa de interés más alta de la Fed haría que subieran a su vez las tasas en muchos de los préstamos de consumo y de negocios.

La presidenta del banco central, Janet Yellen, dijo que el panorama económico mundial es incierto, al explicar los motivos por los cuales el organismo decidió mantener sin cambios los tipos de interés. También atribuyó la decisión a la incertidumbre que pesa sobre la economía mundial. El panorama externo parece haberse tornado más incierto. Y las fuertes preocupaciones por el crecimiento de China y otras economías emergentes han conducido a la volatilidad de los mercados, declaró en conferencia de prensa.

En lo que representa una retirada táctica, el banco central señaló que una serie de riesgos globales, la volatilidad de los mercados estadunidenses y otros factores, como la apreciación del dólar y la baja inflación, lo convencieron de postergar la que habría sido la primera alza de tasas en casi una década.

Yellen estimó que todos esos factores podrían frenar la actividad económica de Estados Unidos. Sin mencionarlas, los miembros del comité tomaron en cuenta las recientes turbulencias de los mercados financieros, la baja de los precios de las materias primas y de la energía, así como el enlentecimiento económico de China.

La Fed ha recibido llamados a moverse con cautela en el manejo de las tasas debido al enlentecimiento de la economía mundial. Yellen declaró que lamenta que las permanentes especulaciones sobre lo que haría la Reserva Federal haya sido un factor que contribuyó a las turbulencias de los mercados. Es una situación desagradable. Somos muy conscientes de que nuestra decisión de hoy suscitaba un inmenso interés.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) le había pedido a la Fed que tuviera paciencia, pues un aumento de los intereses podría causar a los países en desarrollo problemas con sus monedas y fugas de capitales hacia un dólar más fuerte. El Banco Mundial había sugerido a las economías emergentes que se prepararan para nuevas turbulencias. Tras la degradación de la economía de China, varios países emergentes padecen fugas de capitales, depreciación de monedas y pérdida de valor de sus materias primas. Otros, como Brasil, están además en recesión.

En un comunicado, los funcionarios de la Fed destacaron que seguirán vigilando los desarrollos en el extranjero, y que la desaceleración global podría restringir el crecimiento económico de Estados Unidos y los niveles de inflación. Esto parecía ser una referencia a China, la segunda economía más grande del mundo que ha perdido ímpetu por cuatro años consecutivos, pues de crecer a una tasa de 10.6 por ciento en 2010 pasó a 7.4 por ciento el año pasado. El FMI prevé que la economía china avance 6.8 por ciento este año, su menor tasa desde 1990.

Yellen señaló que sigue existiendo la probabilidad de aumentar las tasas este año. Una minoría de miembros de la junta de gobierno de la Fed aún prevén que se aumentará la tasa antes del próximo año. La Fed se reunirá en octubre de nuevo y después en diciembre.