El gobierno determinó congelar la entrega de recursos de los programas Procafé y Pimaf para apoyar a los pequeños productores de café, maíz y frijol, lo que deja en la indefensión a miles de ellos, que esperaban las ayudas para cubrir sus adeudos y recuperar algunos ingresos ante el alza en más de 50 por ciento de los precios de los insumos para la siembra y la caída de los precios de los granos, asentaron diversas agrupaciones campesinas.

El pasado 11 de septiembre, Belisario Domínguez Méndez, director de Productividad y Desarrollo Tecnológico de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), en el oficio 311-3083/2015 informó a los delegados de la institución que a partir de esa fecha se suspendía por el resto del año la entrega de recursos a esos programas de fomento agrícola, minería social, innovación para el desarrollo tecnológico aplicado y recursos genéticos agrícolas, por falta de disponibilidad presupuestal; cualquier entrega de incentivos será estrictamente responsabilidad de quienes la realicen.

Casi 800 mil afectados

En el Procafé se habían inscrito casi 256 mil campesinos; con la suspensión del Pimaf (Programa de incentivos para la producción de maíz y frijol) se afectará a medio millón, asentaron el Frente Auténtico del Campo (FAC), el Congreso Agrario Permanente (CAP) y el Barzón. A la suspensión de la entrega de los recursos se suma el adeudo de 6 mil millones de pesos de la Agencia de Servicios a la Comercialización y Desarrollo de Mercados Agropecuarios (Aserca) a 400 mil productores de maíz que se suscribieron al programa de agricultura por contrato en 2014 y este año.

Ante lo que calificaron como una emergencia, productores de maíz, frijol y trigo de Tamaulipas, Sonora, Sinaloa, Chihuahua, Zacatecas, Durango y Jalisco se reunirán la próxima semana en Culiacán, mientras que en la ciudad de México, los dirigentes de las 11 agrupaciones del CAP también sostendrán un encuentro, ambos grupos analizarán las acciones que llevarán a cabo por lo que calificaron como un atraco en contra de los campesinos.

Alfonso Ramírez Cuéllar, del Barzón, apuntó que en Culiacán, se hará un llamado a la radicalización de la lucha campesina ante la falta de acciones contundentes del gobierno para proteger a los agricultores. En las zonas más rentables del norte, los labriegos invirtieron 35 mil pesos por hectárea de maíz, pero el precio máximo es de 2 mil 500 por tonelada; en el caso del frijol, el precio es de 4 mil pesos por tonelada, y para el trigo, de 3 mil pesos.