Ayotzinapa de mi corazón
l hecho: el 26 de septiembre de 2014 más de 43 jóvenes normalistas con su cargamento de ideales y dignidad fueron atacados brutalmente por el ejército de los sinrostro.
La propuesta: queremos que el 26 de septiembre sea el nuevo Día del Maestro, para recordar siempre la lección de los precoces maestros de Ayotzinapa. También queremos festejar el día del niño, ya no el 30 de abril, sino cada 5 de junio, para no olvidar nunca a los más de 49 nenes de la guardería ABC de Hermosillo. Ambos crímenes abominables marcan ya por siempre dos periodos de horror, en que las figuras presidenciales encarnan impunes los fantasmas de Herodes y Pilatos.
La canción: “ Sólo le pido a Dios/ que lo injusto no me sea indiferente/ Si un traidor puede más que unos cuantos/ Que esos cuantos no lo olviden fácilmente…”
La verdad: Bajo el sol nada hay oculto
, y el sol de Guerrero todo lo vio. La verdad está en el aire escoltada por mariposas blancas y amarillas que la depositarán tarde o temprano en manos de la gente. Cuando el río suena es que agua… ¿y sangre y lágrimas lleva? El nombre del río Cocula deriva del vocablo náhuatl cocolian, que significa lugar de discordias y riñas.
Preguntitas: ¿Por qué los peores criminales y los mayores ladrones andan sueltos en este país? ¿Por qué los sinrostro tendrían que arrancar la luminosa cara del normalista Julio César Mondragón? ¿Es que odian la luz y la belleza? ¿Por qué el gobierno les hace la vida imposible a los maestros?
Sólo le pido a Dios/ Que el dolor no me sea indiferente/ Que no me abofeteen la otra mejilla/ Después que una garra me arañó esta suerte
Ludoteca Ayotzinapa. Creada el pasado 15 de abril. Pueden ver su página en Facebook. Se aceptan juguetes y libros infantiles. Correo electrónico: [email protected]. Hablan sus fundadores: Hemos creado este espacio en respuesta a los terribles ataques que el Estado mexicano ha cometido en contra de la Normal de Ayotzinapa Raúl Isidro Burgos; porque no nos van a robar la alegría y no queremos una revolución sin esperanza; porque jugando nos miramos a los ojos y confirmamos que existen lazos que el Estado no podrá romper; porque sabemos que somos más fuertes, porque trabajamos en comunidad y estamos unidos. Somos familia y nos reinventamos día a día para seguir buscando Verdad, Justicia y Memoria
. ¡Feliz cumpleaños 31 para La Jornada, ¡mi casa!