PAN y Morena estarían dispuestos a que se rebaje el monto del financiamiento a los partidos políticos, modificando la fórmula vigente, siempre y cuando la burocracia dorada también se apriete el cinturón.

La clave para poder disminuir los más de 3 mil millones de pesos propuestos para los partidos políticos en 2016 consiste en disminuir el parámetro establecido de 65 por ciento de un día de salario mínimo por el número de ciudadanos inscritos en el padrón electoral, con lo que se determina la bolsa de financiamiento.

De hecho, hace dos semanas la diputada panista Eloísa Talavera propuso rebajar a 35 por ciento este valor y reducir así en 50 por ciento el monto de las prerrogativas recibidas por los partidos. Esto implica reformar el artículo 41 de la Constitución y el 51 de la Ley General de Partidos Políticos.

Actualmente el financiamiento público para actividades ordinarias de los institutos políticos se fija cada año multiplicando el número total de ciudadanos inscritos en el padrón electoral por 65 por ciento del salario mínimo diario vigente para el Distrito Federal.

El 30 por ciento de la cantidad resultante se distribuye entre los partidos políticos en forma igualitaria, y el 70 por ciento restante de acuerdo con el porcentaje de votos obtenido en la elección de diputados federales inmediata anterior.

Francisco Gárate, representante del blanquiazul ante el Instituto Nacional Electoral (INE), señaló que el estado de México fue pionero en establecer dicho valor en 40 por ciento. A partir de 2008 se aplica la fórmula en el ámbito federal, pero el porcentaje es más alto.

Explicó que su partido analiza en qué medida podría alcanzar consensos con otras fuerzas para disminuir ese porcentaje y mostrar la voluntad de hacer el costo del funcionamiento de las instituciones democráticas y de los partidos políticos menos oneroso para las finanzas públicas.

Sin embargo, consideró que los partidos de oposición debieran ser cuidadosos en la magnitud de esta reducción. No vaya esto a provocar una gran estrechez económica en la oposición, y sea una trampa del PRI, que trae un esquema de doble contabilidad, como pueden acreditar Monex y las tarjetas Soriana.

Indicó que “al PRI no le importa qué tanto financiamiento reciba. Además, es vox populi que con la entrega de las pantallas de televisión hicieron verdaderos actos de promoción partidista, al igual que el Verde con los vales de medicinas”.

Horacio Duarte, representante de Morena, explicó que están dispuestos a rebajarse las prerrogativas, pero que se bajen 50 por ciento los salarios del presidente de la República, los secretarios de Estado, los ministros, magistrados, consejeros y toda la alta burocracia.

Añadió que la fracción de Morena también exigirá que se eliminen los seguros de gastos médicos privados y los seguros de retiro. Si hay reducción a partidos políticos, debe haberla a toda la burocracia dorada, precisó.

En ese aspecto, Gárate explicó que hay un área de oportunidad en la propia estructura del INE que se ha venido haciendo muy robusta y se ha convertido en un oasis del despilfarro, considerando que directores generales cuentan con automóvil, celular y chofer pagados por el instituto.