Para el organismo Amnistía Internacional (AI), que las autoridades mexicanas informen que han identificado los restos del normalista Jhosivani Guerrero de la Cruz, sin pruebas científicas contundentes, huele a desesperación y a un cruel intento de mostrar que están tomando acción antes del primer aniversario de las desapariciones forzadas de los estudiantes.

De acuerdo con Erika Guevara-Rosas, directora para las Américas de la organización, los cuestionamientos de los expertos forenses internacionales de que se han identificado los restos de un segundo estudiante desaparecido, expone la sádica estrategia de las autoridades mexicanas para intentar demostrar que están tomando acción en el caso, según un comunicado.

El Equipo Argentino de Antropología Forense (EEAF) informó el jueves pasado que las pruebas realizadas por expertos austriacos de la Universidad de Innsbruck, que supuestamente identifican restos de un hueso como perteneciente al estudiante, no son conclusivos.

Parece que están preparados a no detenerse ante nada con tal de lavarse las manos de cualquier responsabilidad sobre una de las más graves tragedias de derechos humanos de la historia reciente de México, dijo Guevara-Rosas.

Sostuvo que en vez de jugar con vidas y esperanzas de los padres de los normalistas desaparecidos, las autoridades deben realizar un esfuerzo serio y concertado para rencausar las investigaciones y asegurarse que no quede ninguna piedra sin remover hasta que se establezca el paradero de los 43 estudiantes.

Mario González, padre del normalista César González, sostuvo en entrevista telefónica que luego de reunirse con los argentinos, los padres vamos a exigir a las autoridades que no haya más mentiras, porque al presentar esas informaciones sólo quieren desacreditar el trabajo de los expertos independientes.

Reconocimientos

Por otra parte, la Asociación Nacional de Abogados Democráticos (ANAD) entregó la medalla Emilio Krieger a padres de los normalistas.

También fueron reconocidos la periodista Carmen Aristegui, los ex obreros de la Compañía Industrial Veracruzana, SA (Civsa) y el defensor de los derechos humanos, Jaime López Vela.

La medalla no es nuestra, es de los 43 normalistas desaparecidos. Nosotros jamás vamos a dejar de buscarlos, dijo la madre de Jorge Anibal Cruz Mendoza.

Carmen Aristegui se refirió a la desaparición de los estudiantes, la cual, dijo, es una herida profunda para México, para todos.

También afirmó que el papel de la ANAD ha sido trabajar en pro de la democracia y los derechos humanos. Recordó que este grupo de abogados estuvo al frente de casos emblemáticos, como el de Campo Algodonero.

Consideró que el hecho de que se entregue la medalla a una periodista es reconocer que se necesitan medios profesionales e independientes que abran las investigaciones en todos los ámbitos. Es una manera de decir no al silencio, de decir sí a la libertad de expresión.