El oriente del Centro Histórico de la ciudad de México fue invadido por plazas comerciales de hasta siete niveles, que no cuentan con medidas de protección civil y violan el uso de suelo en la zona, el cual prohíbe construcciones mayores a 15 metros de altura.

En el lapso de un año se han inaugurado alrededor de 30 plazas comerciales de distintos tamaños, que han destruido inmuebles históricos y se han edificado sin contar con ningún permiso de construcción, denunció Pablo Gutiérrez, representante vecinal.

Durante un recorrido, detalló que la saturación y el alto costo de los espacios en el primer cuadro de la ciudad han provocado que la actividad comercial se extienda a calles donde, si bien siempre ha habido comercios, sólo se vendía en la planta baja y el resto era habitacional.

Un caso emblemático es el edificio de cinco niveles y planta baja con dos pisos, ubicado en la calle de Rodríguez Puebla 35, que se pretende destinar a plaza comercial y bodega, a pesar de que el uso de suelo para tal fin se encuentra prohibido.

El inmueble se construyó sin contar con la manifestación de construcción de obra que emite la delegación Cuauhtémoc –según lo documentado por la Procuraduría Ambiental y de Ordenamiento Territorial (PAOT)– y el proceso dañó las viviendas de una vecindad reconstruida después de haber sido afectada por los sismos del 85, en la calle Leona Vicario.

El predio, según la versión de los vecinos, estaba ocupado por un campamento y había sido expropiado por el Instituto de Vivienda (Invi) del Distrito Federal, pero la última agrupación lo vendió a un particular.

La PAOT también corroboró irregularidades en la construcción de otra plaza ubicada en Manuel Doblado 73, de seis niveles, junto a la escuela primaria Alfredo E. Uruchurtu, cuyo paso se encuentra bloqueado por el comercio ambulante.

Los colonos han documentado otros casos en República de Venezuela 18, Rodríguez Puebla 19 y 21, Manuel Doblado 87 y 91, Peña y Peña 39, Torres Quintero 6, así como la vía pública de Torres Quintero y República de Bolivia, donde se encontraba un jardín que fue convertido en plaza comercial.

Todas esas edificaciones se han construido sin realizar ningún trámite ante la delegación Cuauhtémoc, según un oficio enviado por las propias autoridades a los vecinos.

De esta situación, aseguró el señor Pablo Gutiérrez, también se notificó a la Coordinación Nacional de Monumentos Históricos, ya que han sido afectados algunos inmuebles históricos, pero la respuesta fue que no había daño alguno, pues se trataba de una zona pauperizada y absorbida por el comercio informal, por lo que las obras mejoraban el entorno.

La petición de los vecinos es que se frene este tipo de construcciones y se edifique vivienda en la zona, que se caracteriza por el hacinamiento de las familias.