l próximo 23 de septiembre será festejada como cada año nuestra señora de La Merced, patrona de templos y conventos a lo largo y ancho del país. La trajeron los mercedarios, orden fundada en Barcelona en 1218. Nació como Orden Militar de Nuestra Señora de La Merced y Redención de los Cautivos. Estaba integrada por caballeros militares y su objetivo era rescatar a los cristianos que caían en poder de los moros.
Al correr de los años se tornaron en frailes, trocando la espada por la cruz
, aunque esto no siempre fue muy cierto, pues tenían fama de que algunos eran bastante belicosos.
En la ciudad de México erigieron su primer convento en el barrio de Zoquipan, relevante sitio de comercio desde la época prehispánica. Llegó a ser tan importante su presencia en el rumbo que el barrio se conoció como La Merced.
Ya establecidos les donaron un predio en Arcos de Belén, donde levantaron otro convento más pequeño con una linda iglesia que aún sobrevive. Aquí se puede apreciar la imagen original de nuestra señora de La Merced, bello estofado del siglo XVII, que tiene su leyenda: un buen día llegó solito un burro a la capital, con un bulto amarrado y una nota que decía: esta virgen llegó a Veracruz y va a la ciudad de México, al convento de La Merced; por favor, ayúdela a llegar a su destino
... y llegó.
El templo conserva dos altares laterales barrocos, que son una maravilla. Las figuras estofadas de uno de los altares son piezas de museo por su finura y belleza. El patrón arquitectónico es muy peculiar; ya que tiene adosada una enorme capilla, dedicada a las ánimas, casi del tamaño del templo.
El tema nos trae a la mente dos templos de La Merced que guardan recuerdos de la gesta independentista. En Lagos de Moreno, primorosa población de los Altos de Jalisco, se encuentra la Rinconada de La Merced. Es una pequeña plaza de dos niveles rodeada de varias hermosas construcciones, entre las que destaca el templo y convento de La Merced que data de 1685.
Aquí está sepultada la cabeza del héroe independentista Pedro Moreno, quien durante varios años defendió valerosamente el fuerte que habían levantado los insurgentes en el Cerro del Sombrero. Fue muerto cuando era perseguido por las tropas realistas.
Como escarmiento para los simpatizantes de la insurgencia le cortaron la cabeza. La mostraron clavada en una estaca en las orillas de Santa María de los Lagos, de donde era oriundo y que ahora, en su memoria, lleva el nombre de Lagos de Moreno.
De ese sangriento gesto surgió el dicho: Pedro Moreno perdió la cabeza por defender el sombrero
.
Otra de las ciudades más bellas de nuestro país: Querétaro, también tiene su templo de La Merced, el cual tiene inconclusos la cúpula y la torre. Atrás de esto hay una conmovedora historia. En 1736 llegaron a la ciudad los mercedarios y fundaron el templo y hospicio de nuestra señora de La Merced. Al iniciarse el movimiento insurgente se supo que dos de los frailes del convento, José Lozano y su hermano Florentino, habían sido parte activa de la conspiración que se fraguó en la ciudad. Fueron arrestados y expulsados.
Meses más tarde regresó fray José y tuvo a bien, un 24 de septiembre, día de nuestra señora de La Merced, predicar un panegírico a la Virgen, donde incluyó una defensa del movimiento independentista que le costó el arresto definitivo. Parece ser que en represalia el convento y templo originales fueron destruidos.
Alrededor de 1850 los mercedarios regresaron a Querétaro y retomaron la labor de construir un nuevo templo, que no lograron terminar y es el que ahora vemos.
A las puertas de todos estos recintos religiosos en los próximos días habrá feria y oferta de apetitosos antojitos, entre los que destacan los crujientes buñuelos bañados con la suculenta miel de piloncillo, danzantes y el ambiente festivo que siempre acompaña en nuestro país estos festejos patronales. Busque el templo en su ciudad, donde seguro hay alguno, y dese una vuelta. ¡Buen provecho!