Por segundo día consecutivo, congresistas del PRD lanzaron gritos y silbidos de desaprobación contra algunos dirigentes y gobernadores emanados de la izquierda. En esta ocasión fue durante una reunión política, en la que se reconoció que la identidad del perredismo se ha debilitado.

Las protestas se registraron en el domo del Deportivo Plan Sexenal, donde se realizó el 14 Congreso Nacional del PRD, y al que no asistieron el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, ni el coordinador de los senadores del partido, Miguel Barbosa.

Carlos Navarrete, presidente nacional del instituto, admitió que para muchos mexicanos la identidad del PRD es confusa, y que 11.6 por ciento de votación obtenida en los pasados comicios es un serio obstáculo para el crecimiento del partido.

Reconoció que el mayor tropiezo lo tuvieron en los estados que gobiernan. Por ejemplo, en el Distrito Federal se perdió la mayoría legislativa y delegaciones, y después de 18 años pasamos a ser la segunda fuerza electoral.

Mientras, en Guerrero, pese a tener el mejor porcentaje en el país, perdimos la gubernatura; y en Morelos somos minoría en el Congreso.

Frente a una joven que portaba cartulinas con las leyendas: Corrientes, clubes de corrupción y Anarcos o Abarcas, faltan 43, el dirigente del PRD consideró que el ataque a normalistas de Ayotzinapa en Iguala colocó al partido en el centro de ataques políticos y mediáticos, pero demandó a los perredistas no dejarse acribillar, sobre todo, a la luz de la nueva información que se tiene sobre el caso.

Dijo que el perredismo ya asumió la responsabilidad que le correspondía al postular, junto a Movimiento Ciudadano y el Partido del Trabajo, a un alcalde (José Luis Abarca), que actualmente está preso y bajo proceso. Ahora hay que pasar a la contraofensiva, pidió.

Navarrete, quien recordó que puso su cargo a disposición del consejo nacional, empezó su discurso entre gritos de ¡fuera, fuera! de diversos congresistas.

Las expresiones de inconformidad se dieron desde el viernes contra la corriente Nueva Izquierda, durante los trabajos de la mesa en la que se revisó la línea política.

Silbatina a Zambrano

Jesús Zambrano, presidente de la mesa directiva de la Cámara de Diputados, fue una vez más objeto de muestras de inconformidad. La víspera incluso se le acusó de colaborar con el gobierno federal.

Para los mandatarios de Guerrero, Rogelio Ortega; de Oaxaca, Gabino Cué, y de Morelos, Graco Ramírez, también hubo silbidos. Igual sucedió con el secretario general del PRD, Héctor Bautista. Navarrete no logró poner orden.

Fue un accidentado acto político, en el que además hubo errores de los maestros de ceremonia al presentar a los integrantes del Comité Ejecutivo Nacional en la apertura.

El coordinador de los diputados, Francisco Martínez Neri, fue presentado como Salvador; René Bejarano, como Rubén Bejarano, y Sergio Leyva, como Sergio Oviedo.

Al acto también acudieron el gobernador de Tabasco, Arturo Núñez, y el mandatario electo de Michoacán, Silvano Aureoles.