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Gildardo López Astudillo habría ordenado llevarlos al basurero e incinerarlos

Esta semana definirán la situación jurídica de El Gil, por la desaparición de los 43

Según las indagatorias, el acusado se reunió con policías de Iguala y Cocula después de los hechos

 
Periódico La Jornada
Domingo 20 de septiembre de 2015, p. 11

En los próximos días se definirá la situación jurídica de Gildardo López Astudillo, El Gil, señalado por el gobierno federal como uno de los responsables de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, y acusado de la comisión de secuestro agravado y delincuencia organizada.

El integrante del cártel de Guerreros Unidos, detenido el jueves pasado en la ciudad de Taxco, Guerrero, fue puesto a disposición de los juzgados tercero y cuarto de distrito en materia penal con sede en Matamoros, Tamaulipas.

Sin embargo, ambos juzgadores no han difundido información de manera continúa sobre los juicios que se instruyen a más de cien personas por su involucramiento en la desaparición de los estudiantes.

Por esa razón, funcionarios del Poder Judicial de la Federación señalaron que será en los próximos días, miércoles o sábado, cuando se informe si se le dicta auto de formal prisión a Gildardo López Astudillo.

De acuerdo con las investigaciones, El Gil ordenó a Patricio Reyes, El Pato, y a Gilberto Rodriguez Salgado, El Terco, que trasladaran a los 43 normalistas al basurero de Cocula, Guerrero, y allí privaran de la vida a quienes no llegaron muertos por asfixia, y posteriormente los incineraran.

El Terco ha sido uno de los principales testigos de cargo de la Procuraduría General de la República en contra del también llamado Cabo Gil, ya que fue quien llevó a las autoridades federales hasta el basurero y posteriormente al río Cocula, donde –de acuerdo con las indagatorias– arrojaron las bolsas de plástico que contenían los restos de los estudiantes.

Asimismo, las indagatorias han detectado que luego de la desaparición de los normalistas, en la casa de Gildardo López Astudillo, el ahora acusado, se reunió con integrantes de las policías municipales de Iguala y Cocula, así como con varios integrantes de Guerreros Unidos, y posteriormente se retiraron suponiendo que no habría forma de localizar restos de los estudiantes.