Con 2 billones 162 mil 500 millones de pesos, los inversionistas extranjeros poseen 36.6 por ciento de los bonos en circulación de la deuda interna del gobierno mexicano, con lo que se constituyen actualmente en su principal acreedor frente a cualquier otro sector de residentes nacionales, indican informes del Banco de México (BdeM).

Las sociedades de inversión especializadas en fondos para el retiro (siefore), el principal financiador nacional del gobierno federal, cuentan con inversiones de un billón 57 mil 174 millones de pesos en este tipo de títulos, que no representan ni la mitad de lo detentado por los inversionistas del exterior. Ligeramente abajo, las empresas y particulares, el otro gran sector de acreedores residentes en el país, tiene bonos, Certificados de la Tesorería de la Federación (Cetes) y otros valores de deuda interna gubernamental por un billón 56 mil 957 millones de pesos.

Así que ni la suma del endeudamiento gubernamental asumido con las siefore, las empresas y los particulares residentes en el país alcanza el monto de la inversión de extranjeros colocada en títulos emitidos en pesos por el gobierno federal.

En conjunto, la deuda interna asumida con los dos principales acreedores nacionales suma 2 billones 114 mil 131 millones de pesos, cantidad equivalente a 98 por ciento del saldo del endeudamiento interno del gobierno federal con los inversionistas extranjeros, el cual se situaba en 2 billones 114 mil 131 millones de pesos el pasado 8 de septiembre.

En resumen, los capitales de extranjeros que arribaron a México en busca de un rendimiento mayor al ofrecido en su país de origen se han mantenido como los principales acreedores del gobierno mexicano durante 2015, con una proporción de 36.6 por ciento respecto del total. En segundo término se sitúan las siefore, con 18 por ciento, y en el tercer sitio figuran los otros residentes, donde se engloba a empresas y personas físicas, con 17.9 por ciento.

El saldo actual del endeudamiento interno del gobierno federal, representado en bonos, ascendió a 5 billones 907 mil 586 millones de pesos al término de la primera semana de septiembre, una deuda mayor en 330 mil millones de pesos a la existente al 31 de diciembre de 2014, lo que significó un incremento nominal de 5.9 por ciento.

Otros acreedores son las sociedades de inversión privadas, con 12.7 por ciento del total de bonos en circulación; las compañías aseguradores y afianzadoras con 4.7, y los bancos comerciales y de desarrollo con 3.6 por ciento.