Ante la necesidad de incrementar su presencia en zonas del país donde existe mayor incidencia ‘‘de organizaciones criminales que han rebasado la capacidad de las policías encargadas de la seguridad pública’’, la Armada de México incrementó el número de personal operativo a costa de plazas de almirantes, capitanes y oficiales.

De acuerdo con el Proyecto de Presupuesto 2016, la Armada ‘‘necesita contar con mayor cantidad de personal operativo, por lo que recompuso su plantilla ocupacional y, ‘‘mediante movimientos compensados’’, disminuyó 7 mil 367 puestos de mandos para convertirlas en 12 mil 286 plazas de clases y marinería, ‘‘que constituyen la base de personal operativo que efectivamente dan seguridad a la población y a sus bienes’’.

La Secretaría de Marina (Semar) señala que al alinearse al ‘‘nuevo enfoque presupuestal para hacer frente al complejo entorno económico, la dependencia fusionó de nueve a tres los programas presupuestarios y eliminó uno, además de que la estructura programática prevista para 2016 redujo también de 15 a ocho los programas ‘‘para atender las prioridades de política pública en materia de defensa y seguridad nacional’’. De manera que para incrementar su eficiencia, la Semar determinó que entre sus principales ejes de acción está ampliar la presencia de marinos en las zonas de mayor incidencia delictiva.

En el documento, que ya es discutido por el Congreso, se señala que después de un minucioso análisis en materia de recursos humanos y ‘‘considerando que la situación económica se presenta complicada para todos los sectores debido a la previsión de menores ingresos por productos petroleros, al fortalecimiento del dólar frente al peso y otros indicadores macroeconómicos desfavorables’’, la dependencia elaboró una estrategia para ‘‘coadyuvar más efectivamente en materia de seguridad pública’’.

Lo anterior consiste en aumentar el número de efectivos navales para ampliar su cobertura con presencia de personal naval en el ámbito terrestre (infantería de marina), sin que represente mayor costo al gobierno federal. En razón de lo anterior disminuyó las plazas de almirantes, capitanes y oficiales, que conforman los niveles de mando, para convertirlas en plazas de clases y marinería, los cuales se desplegarán tanto en buques, aeronaves e infantería de marina, principalmente.

La recomposición de la plantilla, sostiene la Semar, además de resolver parte del problema de escasez de recursos humanos ‘‘generará una fuente de empleo fija para el personal que desee y reúna requisitos de ingreso al servicio activo de la Armada, que por los resultados alcanzados en favor de la población tiene mayor reconocimiento entre las instancias encargadas de la seguridad, por lo que muchos jóvenes buscan hacerse de un empleo digno en esta institución de prestigio’’.

La Semar plantea que los recursos presupuestales que se asignen a este rubro contemplen ‘‘el límite máximo de gasto corriente estructural aplicable a la administración pública federal’’.