Incluye primeras ediciones firmadas por sus autores, como la de Cien años de soledad
El Estado español e instituciones catalanas pugnan por hacerse de un acervo de valor incalculable
Ese legado ahora pertenece a los herederos de la agente literaria y falta saber si su colega Andrew Wylie, El Chacal, tiene algo que decir
Las exequias de la editora se realizaron en su pueblo natal
Miércoles 23 de septiembre de 2015, p. 3
Madrid.
Los 3 mil 200 metros del archivo personal de la agente literaria Carmen Balcells, quien el pasado lunes murió a los 85 años, en Barcelona, son el objeto de la guerra abierta entre el Estado español y las instituciones catalanas, que pugnan por adquirir un legado de valor incalculable.
Ahí figuran desde la correspondencia privada de Balcells con algunos de los autores más relevantes del siglo XX hasta las primeras ediciones firmadas de libros que marcaron nuestra era, como Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez.
El legado ahora pertenece a sus herederos y queda todavía por aclarar si tiene algo que decir en esta disputa su socio desde 2014, el también agente literario Andrew Wylie, conocido como El Chacal.
Como profesional de la industria editorial, Balcells se caracterizó por ser fría y calculadora en las maniobras que afectaban a sus representados y a ella misma, pues hasta el final se negó a firmar la cesión de su archivo al Estado español.
Al parecer, siempre según la versión que defiende el secretario de Estado de Cultura, José María Lasalle, él personalmente inició las negociaciones con Balcells al asumir el cargo y, como una labor de seguimiento a la adquisición por el anterior gobierno español de una parte del legado de la agente literaria, más de mil metros lineales de documentos y archivos están depositados desde 2010 en la Universidad de Alcalá de Henares.
Según Lasalle, Balcells y el gobierno español negociaron hasta fechas recientes –la última reunión se efectuó el pasado julio– la adquisición del resto del archivo, que incluso llegaron a estimar en un millón y medio de euros, más 700 mil euros de exenciones fiscales.
Las negociaciones iban por buen camino; sin embargo, no hay ningún documento formal firmado por la agente literaria en el que en efecto se comprometa o señale como su firme voluntad esa operación. Lo único que hay son conversaciones y algunas cartas en las que muestra su disposición
a que finalmente se realice la compraventa.
Sin embargo, a nadie se le escapa que con la muerte de la agente más influyente del siglo XX en la literatura hispanoamericana, por haber sido la editora del boom latinoamericano, el precio de su archivo se podría disparar y alcanzar un valor incalculable en las casas de subastas. Por ejemplo, que se sepa hay abundante documentación de la agencia, correspondencia privada, borradores, primeras ediciones, fotografías y bibliografías completas de autores esenciales en lengua española, como García Márquez, Pablo Neruda, Julio Cortázar, Mario Vargas Llosa, Carlos Fuentes, Vicente Aleixandre y Camilo José Cela.
El precio fijado por el gobierno español para comprar el acervo podría ser una de las razones por las no sellaron finalmente el acuerdo. La parte del archivo que compraron en 2010 se realizó con un pago de 3 millones de euros por mil metros lineales, mientras lo que hoy está en disputa es prácticamente el triple de metros lineales y el Estado español estaba dispuesto a pagar un millón y medio de euros, más 700 mil de exenciones fiscales.
Respeto a la voluntad de Balcells
José María Lasalle advirtió que no es cuestión de abrir un debate ni de entrar en polémicas con la Generalitat, sino de que se respete la voluntad de Balcells
.
Añadió: “Hay que garantizar que el archivo esté a disposición de todos los españoles y de los investigadores, porque revela la entraña de lo que fue el boom de la literatura iberoamericana, su aportación a la cultura española y la aportación que hizo a Barcelona”.
Las palabras del secretario de Cultura español fueron una advertencia a las autoridades catalanas, del independentista Artur Mas, que pretenden pujar para adquirir todo o parte del legado de Balcells, máxime cuando su figura representa uno de los personajes más relevantes de las recientes décadas en Barcelona.
Desde la Consellería de Cultura de Cataluña se reconoció el interés por adquirir y negociar respecto del archivo; incluso advirtieron que ellos también mantuvieron reuniones con Carmen Balcells y que la última sucedió la semana pasada.
Ambos gobiernos deberán en todo caso retomar las negociaciones con los herederos de la agente literaria, pues ahora son propietarios de pleno derecho de esos 3 mil 200 metros de archivos, documentos y material gráfico.
Mientras, los restos mortales de Carmen Balcells fueron despedidos en una ceremonia íntima a la que sólo acudieron familiares y amigos más cercanos en su pueblo natal, Santa Fe de Segarra, Lleida.