Chihuahua, Chih.

Unas 300 familias que habitan en la comunidad Las Chinacas, municipio de Chínipas (a unos 600 kilómetros de la capital del estado), huyeron de sus hogares ayer después de que un comando amenazó a los pobladores, mató a dos hombres y levantó a varios más. En la balacera resultó herido un niño de nueve años.

Trascendió que el grupo de hombres armados, rivales de Los Salazares –célula del cártel de Sinaloa que controla la siembra y trasiego de droga en esta parte de la Sierra Tarahumara–, arribó a Las Chinacas por la mañana a bordo de seis camionetas, recorrió los caseríos en busca de algunos de sus moradores, identificados con gente de Alfredo Salazar –actualmente preso en el penal del Altiplano– y amenazaron a mujeres, ancianos y niños.

Algunos vecinos se internaron en el monte; otros escaparon hacia los poblados de San Bernardo, Álamos o Navojoa, Sonora.

Según familiares de algunos de los desplazados, no quedó ni un alma desde la tarde.

Los lugareños reportaron también enfrentamientos armados en Milpillas, comunidad cercana a Las Chinacas, donde hay sicarios que llegaron por tierra y en avionetas.

Los habitantes de estos dos poblados han vivido aterrorizados desde el pasado 3 de septiembre, cuando fueron asesinados tres hombres a quienes se identificó como gente de Los Salazares. Desde entonces varias familias huyeron a Sonora, pero entre domingo y lunes la irrupción del grupo armado aceleró el éxodo.

En esta zona límitrofe entre Chihuahua y Sonora numerosos habitantes de comunidades rurales siembran enervantes para complementar sus ingresos; algunos son obligados por grupos delincuenciales que ocupan sus tierras o propiedades.

Es el caso de comunidades del municipio de Urique, donde se ha reportado desplazamiento de familias por la violencia entre bandas del crimen organizado.

El vocero de la Fiscalía General del Estado, Eduardo Esparza, informó que no tenía reportes de grupos armados en esa zona.

En la cabecera municipal de Chínipas se informó que el alcalde, Hugo Amed Schultz Alcaraz, no se encontraba.

Un empleado municipal que pidió anonimato manifestó: Sólo sé que desalojaron los pueblos; no hay comunicación de nada. Todas las llamadas que entran y salen de Chínipas son escuchadas; ni le busque. Sólo le puedo decir que esto es un desmadre.

En 24 horas fueron asesinadas 10 personas en la entidad.

(Con información de Rubén Villalpando, corresponsal)