Washington.

Francisco dijo este miércoles, sin mencionarlos, que los abusos de menores por parte del clero representan un crimen que no debe volver a repetirse, al reconocer el daño causado en la Iglesia católica de Estados Unidos por años de escándalos. En la catedral Saint Matthews de esta capital, elogió a los obispos estadunidenses por su compromiso generoso de ayudar a las víctimas de abuso sexual, lo que provocó una airada respuesta de las organizaciones de ayuda, que afirmaron que los prelados no actuaron hasta que se vieron amenazados por cientos de demandas judiciales.

Conozco bien la valentía con que han afrontado momentos oscuros en su itinerario eclesial sin temer a la autocrítica ni evitar humillaciones ni sacrificios, expresó el Papa durante una oración con obispos en Saint Matthews, en su primer día de vista a Estados Unidos.

Sé cuánto les ha hecho sufrir la herida de los últimos años, y he seguido de cerca su generoso esfuerzo por curar a las víctimas, consciente de que, cuando curamos, también somos curados, y por seguir trabajando para que esos crímenes no se repitan nunca más, afirmó el Papa argentino.

La Red de Sobrevivientes de los Sujetos a Abuso por Sacerdotes (SNAP, por sus siglas en inglés) replicó que los obispos hicieron gala de cobardía e indiferencia hacia las víctimas y agregó que se ocultan detrás de abogados caros y profesionales de relaciones públicas en lugar de afrontar la magnitud del problema en la Iglesia.

Anne Barrett Doyle, codirectora de BishopAccountability.o-rg, organización que recopila informes sobre curas abusadores de todo el mundo, calificó las declaraciones del Papa de lamentables y alejadas de la realidad.

La crisis estalló en 2002 con el caso de un cura pedófilo de la arquidiócesis de Boston y se extendió a todo el país. Unos 6 mil 400 sacerdotes católicos han sido acusados de abusar sexualmente de menores entre 1950 y 1980, pero activistas creen que el número puede ser mayor.

Francisco, cuyos padres emigraron de Italia a Argentina, también animó a los obispos de Estados Unidos a que acojan a los inmigrantes y como pastor venido del sur agradeció el apoyo que prestan a los que llegan al país.

Antes, al ser recibido en los jardines de la Casa Blanca por el presidente Barack Obama, Jorge Mario Bergoglio insistió en el tema de la inmigración, y subrayó que como hijo de una familia de inmigrantes, me alegra estar en este país, que ha sido construido en gran parte por tales familias.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, conversó con el papa Francisco ayer en la Oficina Oval de la Casa BlancaFoto Xinhua

Obama, que recibió a Francisco con una ceremonia con 15 mil invitados, muy diferente a la dispensada a otros mandatarios, coincidió en la preocupación por la inmigración, uno de los asuntos de campaña más controvertidos en Estados Unidos, de cara a las elecciones presidenciales de 2016. La compasión significa dar la bienvenida al extranjero con empatía y con un corazón verdaderamente abierto, dijo el presidente, de religión protestante.

Otro de los temas abordados fue el cambio climático. Señor presidente, me complace que usted haya propuesto una iniciativa para reducir la contaminación atmosférica. Reconociendo la urgencia, también a mí me parece evidente que el cambio climático es un problema que no se puede dejar a la próxima generación, sostuvo el jefe de la Iglesia católica.

Respecto del cuidado de nuestra casa común, vivimos un momento crítico en la historia. Todavía tenemos tiempo para hacer los cambios necesarios y lograr un desarrollo sostenible e integral, pues sabemos que las cosas pueden cambiar, recalcó.

Y añadió: usando una frase significativa del reverendo Martin Luther King, podríamos decir que hemos incumplido un pagaré y ahora es el momento de saldarlo, sostuvo. El presidente respondió que es la sagrada obligación de proteger el planeta, el magnífico regalo que nos hizo Dios.

Francisco y Obama también hablaron de la lucha por los excluidos, así como de los esfuerzos en el deshielo de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba.

El mandatario agradeció a Francisco su valioso apoyo en nuestro nuevo comienzo con el pueblo cubano, que nos da la esperanza de tener mejores relaciones entre nuestro países, mayor cooperación en todo el hemisferio y una vida mejor para el pueblo cubano.

En su último acto de la jornada, el Papa celebró su primera misa en la basílica del santuario de la Inmaculada Concepción de Washington, en la que canonizó al fraile español Junípero Serra, responsable en el siglo XVIII de la introducción de la fe católica a territorio estadunidense y cuyo legado es criticado por poblaciones originarias.

Grupos indígenas en Estados Unidos lo cuestionan por haber liderado un sistema de misiones que sometió a los pueblos originarios. Consideran que el misionario español no debió haber sido declarado santo porque con ello la Iglesia católica canonizó el genocidio y el colonialismo.