Wolfsburgo, capital automotriz de Alemania
l escándalo sobre el fraude en las emisiones de contaminantes en autos del consorcio Volkswagen, que acaparó la prensa en el mundo esta semana, puso a esta pequeña ciudad en los ojos del mundo. Aunque la trascendencia podría ser global, en Wolfsburgo las consecuencias a corto, mediano y largo plazos serán inevitables y constituyen motivo de gran preocupación entre sus habitantes. La prosperidad de que ha gozado esta urbe parece haber llegado a su fin. El ayuntamiento y buena parte de la región podrían verse en graves problemas para realizar proyectos de desarrollo.
Situada en el norte de Alemania, en Baja Sajonia y 226 kilómetros al oeste de Berlín, Wolfsburgo es ante todo conocida por albergar la sede central del consorcio automotriz más poderoso de Alemania.
Es un ejemplo claro de una ciudad asociada y prácticamente dependiente de una empresa. De los alrededor de 120 mil habitantes, 72 mil son empleados en la fábrica de autos más grande del mundo, donde se producen casi 3 mil 800 unidades al día.
Es una ciudad próspera, moderna e internacional, donde conviven más de 100 diferentes nacionalidades. El equipo de futbol de primera división, el VfL Wolfsburgo, tiene como sede un estadio cuyo nombre lo define todo, la Volkswagen Arena.
Fue fundada en 1938, en los tiempos del nazismo, cuando se construyó una fábrica para la elaboración de un auto para el pueblo y una ciudad para albergar a sus trabajadores. El nombre Volkswagen se compone de dos vocablos en alemán, Volk, que significa pueblo, y Wagen, vehículo. En México se conoció con el mítico nombre de Vocho, que ha sido considerado el auto más popular del mundo y con mayor tiempo de producción en la historia: 70 años.
Alia Lira Hartmann, corresponsal