El jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera Espinosa, promulgó ayer la Ley de Mejoramiento Barrial y Comunitario del Distrito Federal, con lo que se garantiza la continuidad y el presupuesto del programa del mismo nombre que se aplica desde 2007.

Señaló que se trata de un paso muy importante en la política social de la capital, ya que en esta estrategia son los ciudadanos los que deciden cómo y en qué proyectos se invierten los recursos en beneficio de la comunidad y que permite el rescate de espacios públicos para convertirlos en parques, andadores o centros culturales.

Destacó que en ocho año se han destinado más de mil millones de pesos a la realización de mil 520 proyectos, que han beneficiado a casi un millón de personas. Agregó que el programa ha demostrado que sí funciona, lo que ha dado a la ciudad cinco reconocimientos internacionales.

Por ello, dijo en un acto realizado en el Teatro de la Ciudad, donde además se entregaron cheques para realizar 160 proyectos, impulsará ante la Asamblea Legislativa que haya mayores recursos para el mismo.

Vamos de la mano trabajando en esta Ley de Mejoramiento Barrial y Comunitario. Hay que aprendernos el nombre porque así la vamos a exigir. Y esta tarea la tenemos que hacer juntos, con ustedes; estoy seguro que lo vamos a lograr, dijo ante beneficiarios del programa.

En ese acto participó el secretario de Desarrollo Social, José Ramón Amieva, quien manifestó que con la ley se garantizan los esquemas de participación vecinal, asignación de recursos, seguimiento de los proyectos, pero sobre todo el ejercicio correcto de ese presupuesto.

Destacó que en lo que más se han empleado los apoyos es en infraestructura social e imagen urbana: centros comunitarios, rehabilitación de camellones, plazas, canchas deportivas, áreas verdes, luminarias, fachadas de casas, andadores y escaleras.

El consejero jurídico, Manuel Granados, señaló que el programa permite recuperar el tejido social y aprovechar los espacios públicos y que al convertirse en ley da certeza de que será permanente y que nadie, ningún gobierno, podrá quitarnos este beneficio.