Son unidades de pasajeros, comerciales y marca Audi distribuidos desde 2009
La fabricante alemana llamará a revisión a 11 millones de automotores
BMW sería la siguiente bajo escrutinio en EU por el Mini Cooper
Se suma la filial española Seat
Miércoles 30 de septiembre de 2015, p. 21
Berlín.
México fue alcanzado por el engaño sobre controles de contaminación truqueados por Volkswagen (VW), situación que fue denunciada el viernes 18 de septiembre por la Agencia de Protección Ambiental (EPA) de Estados Unidos, después de que la armadora alemana comunicó que 32 mil vehículos comercializados en el país desde 2009 estarían en la lista de unidades diésel de la serie EA189 sujetas a investigación, entre ellos unidades de pasajeros, comerciales y de su marca de lujo Audi, entre ese año y agosto de 2015.
Volkswagen anunció que llamará a revisión 11 millones de vehículos, en un intento por aplacar la mayor crisis en 78 años de historia, que ha causado la pérdida de más de un tercio de su valor de mercado.
BMW podría ser el siguiente fabricante de automóviles bajo escrutinio –en su modelo Mini Cooper– de las autoridades reguladoras de seguridad de Estados Unidos.
A ese panorama se suma la filial española Seat de VW, con 700 mil de sus vehículos equipados con el motor a diésel en cuestión.
VW descartó cualquier riesgo para sus usuarios, al tiempo que Berlín dio a conocer que la cifra de vehículos de uso comercial afectados llega a casi 2 millones, y que la armadora retira de la circulación en esa nación 5 millones de unidades, por lo que se informará a sus propietarios en unas semanas o meses para corregir el problema.
En un comunicado, la fabricante divulgó que desde el primero de noviembre Winfried Vahland será presidente y director general de Grupo Volkswagen en Norteamérica.
A su vez, la armadora ubicada en Puebla aclaró que se trata de vehículos equipados con motores diésel de cuatro cilindros, específicamente los modelos Transporter 2.0 TDI, Amarok 2.0 TDI, Vento 1.5/1.6 TDI, Jetta Generación 4 (Clásico) 2.0 TDI, Bora 2.0 TDI, Nuevo Jetta Generación 6 2.0 TDI, Audi Q3 2.0 TDI (hasta modelo 2015) y Audi A4 2.0 TDI.
La información de VW asegura que el grupo trabaja prioritariamente para establecer con certeza si en los modelos mencionados se presenta una alteración de los valores de emisiones reportados a las autoridades mexicanas.
Además de las cifras reveladas sobre sus motores trucados, Volkswagen dio a conocer un plan de acción de gran trascendencia
para revisar los 11 millones de automóviles afectados por el escándalo.
Los propietarios de esos coches serán informados en las próximas semanas y meses
, indicó el gigante automovilístico en su comunicación oficializada hoy. Todas las marcas afectadas abrirán páginas de Internet nacionales, donde los clientes podrán seguir la evolución de los acontecimientos
, añadió.
Hasta el momento hay, según la armadora, 2.1 millones de unidades de alta gama de Audi, 1.2 millones de la checa Skoda y 1.8 millones de vehículos utilitarios de Volkswagen. Junto a los 700 mil de Seat, suman 10.8 millones de vehículos afectados.
Teóricamente las marcas de lujo, como Porsche, Lamborghini y Bentley, no están involucradas en la manipulación.
El escándalo del primer vendedor de coches del mundo provocó la renuncia de su presidente, Martin Winterkorn, y derrumbó las acciones de VW en la bolsa de Fráncfort. En los últimos diez días, la descapitalización totalizó 29 mil millones de euros (33 mil millones de dólares).
Este martes la cotización volvió a caer. Cerró a 95.20 euros, una caída de 4.13 por ciento en Fráncfort. En diez días ha perdido 40 por ciento de valor.
Plan de acción a gran escala
VW está confrontada a la mayor prueba de su historia
, admitió su nuevo presidente, Matthias Müller, en su primer mensaje a los directivos del grupo. No hay ninguna justificación para el engaño y la manipulación
, declaró el ejecutivo, de 62 años, citado el martes por la prensa. Durante el fin de semana, un grupo de trabajo elaboró un plan de acción a gran escala
, reveló Müller en esa reunión, realizada el lunes.
Müller trató de infundir aliento a su equipo, con vistas a recuperar la confianza de la opinión en una empresa que emplea a casi 600 mil personas en todo el mundo y ostenta un volumen de negocios de 200 mil millones de euros.
El gobierno alemán emplazó a la compañía a presentar antes del 7 de octubre un plan para solucionar los problemas de los software fraudulentos.