El sistema de salud sólo puede cubrir a una cuarta parte de las mujeres cada dos años
Jueves 1º de octubre de 2015, p. 38
Más de 14 millones de mujeres tienen entre 40 y 69 años de edad. Conforman el grupo de mayor riesgo para desarrollar cáncer de mama. La enfermedad se puede detectar en etapas iniciales e incluso curarse, pero en México la detección y diagnóstico son tardíos. Parte del problema es que con los equipos médicos disponibles, el sistema de salud cuenta con capacidad para realizar la prueba de detección del tumor sólo a una cuarta parte de las mujeres y en un periodo de dos años, afirmó la investigadora Gabriela Torres, directora del Área de Enfermedades Crónicas del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP).
En vísperas del inicio del mes (octubre), dedicado a la prevención del cáncer de mama, el cual es la principal causa de muerte de población femenina a causa de tumores malignos, la especialista destacó que una vez que las afectadas llegan a los hospitales es largo el tiempo que transcurre entre la realización del primer estudio de detección y la confirmación, mediante biopsia, sobre la presencia de la neoplasia.
Esto, indicó, disminuye las posibilidades de sobrevivencia de las pacientes, de acuerdo con una investigación en la cual participa y cuyos resultados están próximos a publicarse.
Cada año mueren a causa de este padecimiento, 5 mil 700 mujeres, y en su mayoría tienen entre 50 y 69 años.
La especialista participó ayer en el seminario Importancia de los dispositivos médicos en el diagnóstico y tratamiento del cáncer de mama, donde expuso que en otro estudio aplicado a 2 mil mujeres se encontró que el ejercicio físico moderado –al menos tres horas por semana– disminuye el riesgo de desarrollar el tumor.
Este beneficio se encontró incluso en mujeres con diabetes, dijo. El dato es relevante porque, de acuerdo con Torres, las mujeres con esta alteración metabólica tienen el doble de riesgo de presentar cáncer de mama respecto del resto de la población femenina. Pero si tienen diabetes y además llevan una vida sedentaria las posibilidades del cáncer aumentan hasta cinco veces, advirtió.
Otro reto a desafiar es la carencia de radiólogos con el entrenamiento especializado para realizar e interpretar las pruebas de detección del tumor.
Carolina González, médica certificada por el Consejo Mexicano de Radiología e Imagen, dijo que en México hay 3 mil especialistas, de los cuales 300 están capacitados y reconocidos en la subespecialidad de radiología mamaria.
La falta de expertos explica por qué las mastografías no se realizan o transcurre un tiempo largo antes de que las pacientes conozcan el resultado. Destacó los esfuerzos del Instituto Nacional de Cancerología para formar técnicos en esta área, pero se requiere mucho más, indicó.