Estocolmo.

Sara Danius tan sólo tiene que dar unos pocos pasos desde su imponente despacho en la parte antigua de Estocolmo para su gran comparecencia. Por un momento el mundo tendrá la mirada puesta en esta mujer de 53 años, quien será la que anuncie este año el nombre del ganador o ganadora del Nobel de Literatura.

Asegura que no está nerviosa, pero sí un “poco tensa. Cuando se abre la puerta hay una guerra de flashes”, dijo. Todavía se desconoce cuándo será ese momento, cuándo se develará el secreto: la Academia Sueca tan sólo avanza que será uno de los próximos dos jueves (el 8 o el 15 de octubre).

Sin embargo, está claro que se trata de un hito: por primera vez en su historia la Academia cuenta con una mujer al frente. Y también es una mujer la que anunciará el ganador del prestigioso premio. ¿Pero la elección del jurado recaerá también en una mujer?

En el mundillo de las letras en Estocolmo se comenta mucho esa posibilidad. De forma espontánea pienso que Svetlana Alexijevich tiene bastantes posiblidades, indica Jens Liljestrand, redactor de cultura en el diario Expressen. Muchos expertos señalan a esta bielorrusa de 67 años como firme candidata.

Desde hace algunos años no dejan de circular rumores sobre ella, comenta Susanna Romanus, de la editorial Norstedts. Hace dos años, cuando Alice Munro recibió el Nobel, muchos creían que se lo iban a conceder a Alexijevich.

¿Pero qué puede ser seguro cuando se habla del Nobel de Literatura? Lo único seguro es que nosotros nada sabemos y a la Academia le encanta sorprendernos, afirma Romanus. Esta mujer conoce bien a Danius y está convencida de que no va a conseguir sonsacarle a su amiga ni una palabra.

Cada vez ganan más mujeres

El año pasado el jurado sorprendió al elegir al poco conocido escritor francés Patrick Modiano (de 70 años). Aun cuando haya una lista con los eternos favoritos, en lo más alto de las listas de las casas de apuestas como Ladbrokes figuran (tras el de Alexijevich) Haruki Murakami, Philip Roth y Ngugi Wa Thiong’o.

Desde la muerte de Chinua Achebe, el keniano es el candidato africano con más posibilidades. En 2003 el sudafricano John M. Coetzee fue el más reciente ganador de ese continente.

Algunos observadores señalan que podría ser el momento de distinguir a un africano.

Pero el jurado no hace ese tipo de cálculos, apunta Romanus: “No creo que estén pensando ‘ahora le toca el turno a África”’.

La prensa recuerda las falsas pistas que se dan. Después de que el secretario Peter Englund dijese en una entrevista en 2011 que el comité se había comportado tal vez algo eurocéntrico en el pasado, el sueco Tomas Tranströmer ganó el premio Nobel.

Danius precisa que por supuesto que no hay criterios establecidos sobre cómo va a proceder el jurado. La experta en filología recuerda que se premia una obra en su conjunto, no sólo un libro.

El hecho de que ahora una mujer ocupe el principal cargo en la Academia no tiene repercusión alguna en la decisión. Tan sólo existe un criterio: calidad, apunta seria. Eso es todo. Pero cuando uno se fija en los Nobel de los pasados 25 años, se puede ver una tendencia: cada vez hay más mujeres.

Por eso, cuando Sara Danius vuelva a abrir la puerta de su despacho ante las cámaras, el mundo literario podría contar con un nuevo premio Nobel de literatura femenino.