De manera pacífica y sin bloqueos, vecinos de Polanco se manifestaron ayer sobre avenida Masaryk para exigir que se rectifiquen las adecuaciones viales que se realizaron como parte de la remodelación de esta arteria, las cuales tienen colapsado el tránsito en la zona; además, demandaron que se cancelen los proyectos pendientes, como la instalación de placas y la iluminación artística sobre el camellón.

Con mantas y pancartas, los inconformes realizaron una caminata sobre la banqueta, desde el entronque de Moliere hasta Lamartine, en la que pidieron que se abra el paso vehicular en Newton y se amplíe el de Emilio Castelar, que se redujo a un carril, lo que imposibilita el paso de vehículos grandes como los de bomberos, autobuses escolares y los camiones recolectores de basura.

Dejaron un solo carril en Emilio Castelar, que es la única salida de Polanco, extendieron el camellón para evitar que crucen Masaryk; si vives aquí no puedes ni entrar a Moliere ni salir a Periférico, se hace un atascadero, expresó Pedro Lión, vecino del lugar.

Con más de 53 años de vivir en Polanco, Moisés Zukerman declaró que con estas obras más que privilegiar al peatón se busca potenciar la avenida como espacio comercial.

“Si quieren cuidar a los peatones que pongan en orden a los valet parkings que se han adueñado de las calles y a los ciclistas que ahora circulan por las banquetas”, apuntó.

Delia González indicó que las orejas o ampliaciones de las banquetas en las esquinas han resultado contraproducentes. Vivo a unas cuadras de aquí y he visto cómo los automóviles se suben a las aceras porque está muy reducido el carril. ¿Qué pretenden, que la gente se mate? Tienen que rectificar antes de que ocurra un accidente, consideró.

Vengo a reclamar porque han destrozado a Masaryk, yo tuve un accidente, me tropecé con los bolardos, estuve hospitalizada por una contusión cerebral y todo por algo inservible, y ahora, además, intransitable, se quejó Norma Inés Ruiz, vecina de Monte Elbruz.

María Teresa Ruiz, una de las convocantes, señaló que los resultados de la remodelación de la avenida demuestran que sólo se utilizó al peatón y la bicicleta como pretexto, ya que el propósito era convertir la avenida en un centro comercial, con una fluidez muy cuestionada.

A su vez, Georgina Ricks se refirió a la instalación de placas e iluminación artística. Nos oponemos absolutamente porque matará a los árboles y plantas del camellón, es el punto final de la avenida, expuso.

Los vecinos recolectaron firmas que serán entregadas al Gobierno del Distrito Federal, al que además solicitarán un estudio vial veraz e integral en Polanco, en el que se descarte como zona de paso vehicular para los nuevos desarrollos inmobiliarios levantados en las colonias aledañas.