En un encuentro con la historia, Sergio Pérez se puso al volante del Brabham con el que Pedro Rodríguez corrió la Fórmula 1 en 1970, para estrenar la pista reconfigurada del autódromo Hermanos Rodríguez, inconcluso a menos de un mes del Gran Premio de México.

Es un sueño correr en mi país, todavía no me lo creo. Todos somos parte de esto, trabajamos bien para traer la F1 aquí. Tenemos una gran oportunidad de poner al país donde lo merece, dijo Checo.

El piloto de la escudería Force India se mostró emocionado al bajar del bólido, modelo inocente respecto del poderío de los actuales, en el que completó tres vueltas al trazado de 4.305 kilómetros.

El brasileño Emerson Fittipaldi, leyenda del automovilismo mundial, los mexicanos Héctor Alonso Rebaque, piloto del máximo circuito en los 80, y Joe Ramírez, mánager en la época dorada de McLaren, los tres embajadores de carrera del retorno de la F1 a México, estuvieron presentes en la reinauguración de la pista, que promete ser la segunda más veloz del mundo después de Monza, pues se estima que en la recta de 1.314 los fórmulas alcanzarán 328 kilómetros por hora.

Miguel Ángel Mancera, jefe de gobierno de la ciudad de México, resaltó la derrama económica que generará el GP en cinco años firmados con la Fórmula 1, hasta 2020, y la proyección mundial a 520 millones de personas durante esta primera edición, del 30 de octubre al 1º de noviembre, que reunirá a más de 110 mil espectadores por día en el autódromo capitalino.

Alejandro Soberón, director de Corporación Interamericana de Entretenimiento (CIE), empresa concesionaria del autódromo y líder en la inversión para el Gran Premio de México, reconoció la labor del gobierno federal y de 30 compañías que participan en el regreso de la F1 a nuestro país después de 23 años, luego de haber organizado 16 competencias en dos etapas de las décadas de los 60 y 80.

Nos hemos esforzado mucho por entregar una pista de calidad mundial, que esté a la altura de las más importantes del mundo, dijo Soberón sobre el complejo en la Ciudad Deportiva, cuyas adecuaciones, en las que participaron 19 empresas mexicanas y una alemana, permitirán que el inmueble continúe como escenario de conciertos, competencias atléticas y práctica libre de otros deportes como parque público.

El brasileño Emerson Fittipaldi (izquierda) y el mexicano Héctor Alonso Rebaque, durante la inauguración de la pista en la Ciudad DeportivaFoto Ap

En la renovación de la pista se combinaron elementos de la arquitectura anterior con rectas más largas y curvas cerradas que permitirán rebases, en un diseño moderno con detalles de obsidiana.

Para garantizar la seguridad de pilotos y espectadores se colocaron más de 2 mil metros de Tech Pro, material que absorbe el impacto de los autos, en sustitución de las llantas con las que se amortiguaba antes. Varios sensores en la pista y el área de pits recibirán toda la información de la carrera para la transmisión a las distintas oficinas de las escuderías y alrededor del mundo en tiempo real.

Estoy seguro de que el GP de México será una de las carreras más emocionantes, todo un reto para los pilotos de esta generación, comentó Checo, quien presentó el casco ganador del concurso El Arte de la Velocidad.

Amor Eterno es el título que el joven poblano Juan Francisco Sánchez dio al diseño inspirado en las calaveras de azúcar para los días de muertos y tiene 43 puntos en círculo en memoria de las víctimas de Ayotzinapa.

La carrera en México será legendaria. Ninguno de los pilotos actuales ha tenido la oportunidad de recorrer este circuito. Será emocionante verlos poner a prueba sus habilidades en una pista que para ellos es prácticamente nueva e inexplorada, señaló Fittipaldi.

Joe Ramírez, ingeniero que vivió los inicios del autódromo y se desarrolló por cuatro décadas en la F1, se dijo honrado de formar parte del histórico regreso del Gran Premio a nuestro país y, al igual que Pérez, dijo que México tiene todo para que la F-1 se quede por mucho tiempo, aunque dependerá de mantener los niveles competitivos y comerciales.