Puerto Vallarta, Jal.

La protección de los derechos humanos, laborales, de los consumidores y del medio ambiente son temas esenciales en la renegociación del Tratado de Libre Comercio entre la Unión Europea y México (TLCUEM), que se iniciará a principios de 2016, advirtió Andrew Standley, embajador de dicha comunidad regional.

Todos los acuerdos que celebramos en la UE con otros países contienen una cláusula esencial sobre democracia y derechos humanos que se tiene que acatar, advirtió el diplomático, pero se abstuvo de comentar si el incumplimiento de la misma conlleva sanciones de tipo económico o comercial para sus socios.

No quiero adelantarme sobre cómo se van a tocar esos temas, porque eso pertenece al proceso de la negociación, pero el propósito es animar y fomentar un cumplimiento con la normativa internacional que exista, convenios que son vinculantes (obligatorios) para los países miembros de organizaciones como la Internacional del Trabajo (OIT), señaló.

La relación de la UE con México en cuestión de derechos humanos, dijo, cuenta con dos facetas. Una es sobre la cooperación que han logrado a nivel internacional para defender los derechos humanos, incluso en foros como la ONU. La otra faceta es dentro del país, donde se ha estipulado un diálogo bien abierto y constructivo, incluso a nivel ministerial y que se ha caracterizado por su apertura y la participación de la sociedad civil. Es un modelo que ha permitido recoger las opiniones tanto de la sociedad civil tanto mexicana como de la europea para transmitir posteriormente sus preocupaciones al diálogo oficial intergubernamental, indicó.

Así que lo que pretende la UE en materia de derechos humanos no es solamente intercambiar información sobre lo que sucede en México o allá, sino también fortalecer la vinculación que ya se tiene.

Si bien el TLCUEM, en vigor desde hace 15 años, forma parte de un acuerdo más amplio entre México y la UE denominado de Asociación Económica, Concertación Política y Cooperación que ya incluía temas fuera del ámbito comercial, Andrew Standley insistió en que éstos se tienen que profundizar o modernizar de la misma manera que se hará con los capítulos de inversión, propiedad intelectual o convergencia regulatoria.

Se trata, dijo, de lograr altos estándares en todas las materias, sea la protección de los derechos humanos y laborales, el desarrollo sustentable o la protección tanto al medio ambiente como a los consumidores. Se tomarán como punto de partida convenios internacionales ya existentes y que la UE pretende acordar con México para que se cumplan dentro del TLCUEM, y consideró que aunque éste representa la parte económica del acuerdo de asociación, los temas laborales, de protección al ambiente y la sustentabilidad también son asuntos económicos porque tienen que ver con la producción.

Son temas que no existían o los que existían se mencionaban de manera muy leve, pero cobran cada vez mayor importancia en los acuerdos comerciales de última generación, en comparación con los que se firmaron hace 20 o 30 años, comentó el embajador, entrevistado en esta ciudad, donde acudió para participar en el 22 Congreso del Comercio Exterior Mexicano.

En dicho foro, Standley llegó a decir el viernes pasado que el tratado que la UE firmó recientemente con Canadá y el que negocia con Estados Unidos, principales socios comerciales de México, van a representar un poco el marco referencial, el marco de ambición que esperamos poder lograr en la negociación del TLCUEM, para tener un acuerdo que sea de los más avanzados en el mundo... Vamos a colocar la vara muy alto, porque ni a México ni a la UE les interesa negociar un acuerdo que no esté a la altura de los últimos que hayamos negociado. Ponderó que México fue el primer país fuera del viejo continente con el que la UE firmó un acuerdo.