El músico Adrián Oropeza presentará Amaneceres, su tercer disco, el próximo 10 de octubre en el Centro Nacional de las Artes, ocasión en la que contará con el acompañamiento de Álex Mercado en el piano y Agustín Bernal en el contrabajo.

En entrevista con La Jornada, el baterista dijo de su tercer trabajo, después de Texturas y Mezcal: “Sentí que era momento de atreverme a componer nueva música que refleje mi sentir y personalidad. El resultado fue un disco con siete composiciones originales y dos arreglos contemporáneos a piezas tradicionales mexicanas, como son Saguinita, son del Istmo de Tehuantepec, y Peregrina, del compositor yucateco Ricardo Palmerín”.

Oropeza agregó: “Las piezas originales están inspiradas en la vista que ofrece el piso 12 del departamento donde vivo, el cual, cuando el clima es benévolo, permite observar unos amaneceres muy bonitos, lo que también inspiró el título de la pieza que da nombre al álbum; pero Amaneceres también significa un nuevo comienzo en mi sentir actual en la música”.

Experiencias y dedicatorias

El baterista habla del resto de los temas que complementan Amaneceres: “Miradas al Oriente evoca dos momentos: uno es la vista del oriente de la ciudad y al mismo tiempo retrata la experiencia que viví en los países de Asia, donde tuve oportunidad de tocar en algunos festivales, como el P.I.Jazz Fest en Manila, Filipinas, y el Java Jazz Festival, en Indonesia, además de Singapur, donde toqué en un club de jazz; por su lado, Volcanes está inspirada en el Popocatépetl e Iztaccíhuatl; Rocheman es dedicada al gran pianista francés Manuel Rocheman, quien grabó el disco; Amelie está dedicada a mi esposa; Quietud es una balada inspirada en los momentos de reflexión que los amaneceres nos pueden hacer sentir, y Coincidencias es un tema con el que quería mostrar mi agradecimiento con las personas con quien he tenido la fortuna de coincidir en este camino de la música”.

Durante la confección de Amaneceres Adrián colaboró con músicos de la talla de Enrique Nery, Daniel Wong y Agustín Bernal, entre otros. También participó como baterista en los proyectos H3A, junto a Horacio Franco, Aarón Cruz y Abraham Barrera, y en Sattva Project junto al guitarrista Jorge Retana.

Oropeza dijo que el proceso de composición me llevó alrededor de dos años. Las piezas tuvieron un proceso creativo muy interesante, porque las partituras pasaron por manos de distintos músicos, especialmente pianistas, como Álex Mercado, Dulce Resillas y Gustavo Mezo, quienes aportaron conceptos armónicos, rítmicos y melódicos muy valiosos. Las piezas del disco inclusive las tocamos en conciertos en la ciudad de México y en festivales internacionales a los que Adrián Oropeza Trío fue invitado en 2014, como el mencionado Java Jazz Festival y en el Guimaraes Jazz Festival, en Portugal. Este proceso fue muy importante para darle forma a las canciones y llegar a la versión final.

Adrián se refirió a la contribución/compenetración de los músicos Manuel Rocheman y Agustín Bernal: “La experiencia humana y musical con ellos fue invaluable. Me encontré con dos músicos que se admiraban mutuamente y eso fue vital para la interrelación. En el primer encuentro que tuvimos en Monterrey, Agustín llegó con un cedé que Manuel grabó hace algunos años con el legendario baterista Al Foster y el contrabajista George Mraz en Nueva York, que lo sorprendió mucho.

Ardua labor

Manuel Rocheman, a pesar de su gran trayectoria, mostró gran empatía con el proyecto y fue muy propositivo aportando muchísimas ideas, parecía que estaba grabando un disco suyo, lo que hizo que la música tuviera un enriquecimiento muy importante.

Acerca de la situación de los músicos de jazz mexicano, la evaluación de Adrián es: “La labor de los músicos independientes es muy ardua, ya que además de ser músicos y dedicar buena parte de nuestro tiempo a practicar y componer, debemos ser gestores, administradores y publirrelacionistas de nuestro propio proyecto. No existe en México, al menos en el jazz, la figura del representante artístico al igual que hay en otros géneros, como el rock o el pop, ya que el jazz no es propiamente un género comercial que represente una importante cantidad de venta de discos. A pesar de que cada día hay más personas afines al jazz, sigue siendo un género que aspira a salir de la escena underground.

“Sin embargo, ahora hay un grupo de personas que colaboran conmigo en cuestiones de marketing y booking artístico, lo cual ayudará a que a través de las redes sociales principalmente, además de los medios impresos, la radio y la televisión cultural podamos acercar a más público al jazz mexicano”.

Así, el 10 de octubre será la presentación oficial Amaneceres, a las 19 horas, en el auditorio Blas Galindo del Centro Nacional de las Artes; entrada libre.