Con diversas irregularidades sin resolver, la Secretaría de Salud (Ssa) concluyó el proceso de compra de 52 millones de condones, los cuales deberá recibir a más tardar a fines de noviembre con especificaciones técnicas que sólo una empresa aseguró poder cumplir. Los tres competidores restantes afirman que no lo llevará a cabo, como tampoco lo hace con los requisitos de etiquetado que marca la norma oficial mexicana (NOM) en la materia.

La dependencia asignó solamente un contrato y pagará 58 centavos por cada preservativo, es decir, 10 por ciento menos respecto del precio de 2014, pero en una licitación que a decir de algunos de los participantes otra vez, como desde hace varios años, estuvo plagada de anomalías, como que una junta de aclaraciones se pospuso en seis ocasiones y no se cerró hasta el 23 de septiembre, después de casi dos meses y sin que la Ssa diera respuesta satisfactoria a las preguntas de los proveedores.

En particular, cuestionaron que la convocatoria haya omitido pedir a los fabricantes que los paquetes contengan leyendas e información para los usuarios, como ordena la NOM 137 relativa al etiquetado. Algunas empresas resaltaron que por incumplir con esos datos, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) ha ordenado la destrucción de empaques.

La inconformidad de los fabricantes se acrecienta porque es lo mismo cada año. La Ssa tiene predilección por Dentilab (ganadora del concurso) aunque eso implique un riesgo de desabasto porque no podrá cumplir con los aspectos técnicos solicitados por la dependencia.

Explicaron que la dependencia solicitó que el diseño de los empaques de cada condón deba estar centrado en el frente y no al reverso. Para lograrlo, dijeron, tendrían que disminuir su capacidad de producción, pues es un proceso artesanal. El otro requerimiento es que el reverso de la envoltura sea de un solo color, lo cual tampoco es posible porque los fabricantes requieren imprimir una franja blanca o plateada y sobre ella colocar en negro el lote y fecha de caducidad.

Al reconocer que no están en capacidad de atender estas peticiones o al menos, no para 52 millones de condones en 60 días naturales que dio la Ssa para que entreguen la totalidad del producto, tres empresas quedaron descalificadas. Sólo Dentilab aceptó estos requisitos y vender a 58 centavos cada pieza.

Los competidores señalaron que presentarán quejas ante la Secretaría de la Función Pública para denunciar las irregularidades y sobre todo porque existe el riesgo de que la Ssa reciba condones que no cumplen con lo que solicitó ni con lo que marca la normatividad.

De esa manera, dijeron, el aparente beneficio de haber obtenido un precio más bajo está amenazado por el problema del desabasto. Afirmaron que si cumple con la ley, la Ssa no podrá recibir condones que están fuera de norma y tampoco respetan las condiciones del contrato.