Además de la extracción de 63 millones de metros cúbicos de agua del río Yaqui para llevarlos a Hermosillo a través del acueducto Independencia, a pesar de que en junio del año pasado la Suprema Corte de Justicia de la Nación ordenó al ex gobernador de Sonora Guillermo Padrés, suspender la obra, la tribu yaqui afronta ahora los avances para la construcción del gasoducto Agua Prieta, a cargo de Sempra.

Ante este embate contra nuestro territorio y recursos naturales, no descansaremos para defenderlos. Estamos ante la indefensión jurídica, pues la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales y la Comisión Nacional del Agua se han convertido en los principales promotores de los mega proyectos contra los pueblos indígenas, asentó Mario Luna, originario del pueblo de Vicam y quien estuvo en prisión un año y 11 días por manifestarse en contra de dicho acueducto.

Ratificado como secretario de la tribu yaqui y representante común de ésta ante organismos nacionales e internacionales para defender los recursos naturales de ella, Luna agradeció a intelectuales, artistas, agrupaciones defensoras de derechos humanos y a la población que presionó a las autoridades para que fuera liberado.

Ambición de empresarios

Mi detención y la de Fernando Jiménez Gutiérrez no fue un hecho aislado, es resultado de la ambición de los empresarios por apropiarse de los recursos naturales del pueblo yaqui, acusó Luna. Aseguró que junto con Tomás Rojo y Fernando Jiménez Gutiérrez redefinirán la estrategia de defensa del recurso natural.

Refirió que en febrero de este año el Instituto Nacional de Antropología e Historia asentó, en un documento, que el daño es irreparable, pero no se ha actuado para detener la extracción del agua, que se estima alcanzará los 75 millones de metros cúbicos anuales. Todavía no se ha evaluado el impacto que ha causado llevarse el agua, pero el caudal del río disminuyó; por la falta de agua dejarán de regarse 8 mil hectáreas de las tierras de la tribu, abundó.

Respecto de la construcción del gasoducto, comentó que la mayoría de los indígenas ignoran el proceso de la obra. La empresa asegura que llevó a cabo una consulta, pero eso es falso, ya que nadie sabe con certeza cuántos kilómetros abarcará ni por dónde exactamente pasará, tampoco conocen el monto que ofrece la empresa por ocupar las tierras durante 25 años, dijo.