A partir de que la Unión Europea impuso una veda a las exportaciones mexicanas de carne de caballo por incumplir con los controles de trazabilidad y sanidad, se trata de convencer al consumidor nacional de que dicho tipo de carne es más saludable y barata que la de bovino.

Anualmente, México importa de Estados Unidos 100 mil caballos vivos que llegan a los rastros tipo inspección federal de Aguascalientes y Zacatecas, donde la carne es procesada.

La mayoría de los mexicanos afirma que no ha consumido carne de caballo, pero es un secreto a voces que es utilizada principalmente en las taquerías y en la elaboración de hamburguesas, o bien en alimentos industrializados, resaltó Antón Aguilar, director ejecutivo de Humane Society Internacional (HSI) México, agrupación que pugna por el bienestar de los animales.

El problema, abundó Aguilar, es que los animales importados –de los cuales la especie en mención representa 87 por ciento de los sacrificados en los rastros– no son criados para consumo humano; fueron tratados con sustancias químico veterinarias que pueden ser nocivas para la salud humana o recibieron medicamentos prohibidos para los animales de producción en los criterios de toxicidad de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa). El Sistema de Alerta Rápida de Comida y Alimentos de la Comisión Europea asentó en su informe que encontró rastros de Isoxsuprine, Zilpaterol, Ractopmaina y Triamcinolone acetonide en muestras de carne de caballo proveniente de México.

A partir de marzo de este año, la Unión Europea impuso una veda a las importaciones de carne de caballo mexicana por falta de garantías en la trazabilidad y de confiabilidad. Durante la pasada década dichas exportaciones tuvieron un crecimiento de 40 por ciento, el año pasado se exportaron 12 millones de kilogramos con un valor de 47 millones de dólares, a Bélgica, Países Bajos, Francia y Rusia, según datos de la Secretaría de Economía. Hasta junio de este año se habían exportado un millón 824 mil kilos, lo que revela la tendencia a la baja.

Puede especularse que la carne de caballo que ha dejado de exportarse se consume de manera cotidiana en el país a pesar de los riesgos a la salud. En junio, la subsecretaría de Regulación Sanitaria del gobierno de Coahuila exhortó a la población a consumir carne de caballo, comentó el directivo de HSI México.

Explicó que la agrupación –que tiene presencia en 20 países y que trabaja por el beneficio de los animales, incluyendo los de producción– ha detectado que las condiciones de transporte de los caballos exportados de Estados Unidos a México son de sufrimiento innecesario, ya que no reciben agua y alimento durante su traslado, además del hacinamiento.

México es el segundo productor mundial de carne de caballo y su principal mercado eran los países europeos, pero también vende a Rusia, Japón y Vietnam.