Conflicto en el TSJDF
Oídos sordos de Elías
Tres por la presidencia
ay algo en el conflicto por la presidencia del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal (TSJDF) que es innegable: en manos de Édgar Elías Azar, la institución ha perdido crédito, confiabilidad, por lo que su relección sería ir en contra de la opinión de muchos defeños que no sienten que el organismo pueda impartir justicia mientras él continúe en el puesto.
Lo malo es que en su ambición, Elías Azar ha decidido cerrar los ojos y los oídos a ese reclamo, y juega a seguir al mando del TSJDF sin que el desprestigio del organismo signifique nada para él, aunque hay quienes sí están en favor de realizar los cambios necesarios para que el tribunal logre salir del momento difícil que vive, para recobrar la fuerza de la razón que requiere la justicia.
En ese caso está el magistrado Rafael Guerra, quien estuvo a cargo del expediente News Divine, y es el mismo que liberó a un joven de nombre Marduk Chimalli, a quien se acusó de robo y la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal reclamaba su libertad, pues lo consideraba inocente de los delitos que se le imputaban.
Con esa resolución, seguramente cambió la vida de un joven que ya había sido sentenciado por un tribunal menor, pero que Guerra halló sin pruebas suficientes para reafirmar la sentencia que lo mantenía en la cárcel.
Pero en fin, de lo que se trata es que Rafael Guerra está en pie de lucha y dice que tiene el proyecto necesario para levantar la institución. Su presencia en la contienda obedece, hasta donde nos han dicho, al deseo, también, de refrescar la vida del tribunal, y con ello darle la posibilidad de colocarse como ente confiable frente a la sociedad.
El problema, como lo ve buen número de analistas, es que Elías Azar puede llevar a la ruina moral, si así podemos decirlo, al TSJDF. Así, al parecer, se le ha dicho al actual presidente, pero este se niega a aceptar que la institución se encuentra en un momento difícil que no parece tener solución con él a la cabeza.
Ayer hubo una reunión de magistrados en la que se formalizó la contienda con los nombres de Elías Azar, Rafael Guerra y Eduardo Guerrero. De aquí en adelante las cachetadas estarán a la vista de todos, y se espera que, dada la altura del organismo, la carrera por la presidencia del tribunal sea de muchas ideas, de ideas profundas y de propuestas que tiendan a hacer del organismo un tribunal al servicio de la gente, y no dispuestos sólo a auxiliar a los grandes poderes de la ciudad.
De pasadita
El corredor Chapultepec va, de eso no nos queda duda. Parece que todo está listo y, con consulta o sin ella, los trabajos que marquen el inicio de la obra no tardarán. Y eso se hará con el consentimiento del jefe delegacional de Morena en Cuauhtémoc, Ricardo Monreal Ávila, según declaró el mismo jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera.
Eso no debería llamar la atención de nadie; el supuesto es que los delegados apoyen las decisiones del jefe de Gobierno sin mayor oposición cuando son del mismo signo político, pero Monreal nada tendría que ver con Mancera porque, para empezar, hoy como nunca los acuerdos del Gobierno del Distrito Federal y Andrés Manuel López Obrador se hallan en mal momento, cosa que no ignora Monreal, quien, como van las cosas, será el primer chucho de Morena.
Así se los contamos porque ya hay disgusto entre los diputados que han estado en favor de quienes se oponen al proyecto, entre ellos José Alfonso Suárez del Real, quien no cesa en su idea contraria a la obra, pese a que el jefe delegacional de su partido esté listo a apoyarlo. ¡Qué cosa!
