Las agrupaciones del movimiento El Campo es de Todos aseguraron que la batalla por conseguir mejor presupuesto en 2016 ya comenzó; además buscarán que esos recursos se destinen a pequeños y medianos productores, pues anualmente esos apoyos llegan a trasnacionales y grandes productores.

No sabemos si ganaremos, pero no nos detendrán para que en el Congreso de la Unión sea escuchada la voz de los campesinos, asentaron.

Dirigentes e integrantes de las ocho organizaciones del movimiento comentaron que las manifestaciones poco impactan a los funcionarios del gobierno y algunos legisladores, pero es un derecho al que no renunciaremos. No daremos un paso atrás en esta batalla, afirmaron.

Adelantaron que antes de la concentración que realizarán el próximo día 27 en San Lázaro, participarán en el foro Campo mexicano, retos y perspectivas, convocado por la Coordinación de Desarrollo Sustentable.

En conferencia de prensa, los dirigentes de Consucc, CCC, Red Mocaf, CNPA, Amucss, CNPA MLN, Ficam y UGOCP insistieron en que la discusión del presupuesto no es sólo por mayores montos sino por un cambio en la política, en la aplicación de los recursos y para evitar que de un plumazo desaparezcan programas, como el de maíz y frijol, los cuales benefician a 125 mil campesinos que tienen entre media y hasta cinco hectáreas.

Apostamos para que el campo sea un espacio de paz y por eso dialogaremos con todas las fracciones parlamentarias, puntualizó Guadalupe Martínez, de Consucc.

Luis Gómez Garay, de la UGOCP, sostuvo que con las manifestaciones y protestas se busca derribar el muro de la indiferencia de muchos políticos que apapachan y sonríen a los niños y abuelitos de las comunidades rurales, pero que aprueban modificaciones al presupuesto y a las leyes que excluyen a campesinos del beneficio social. Es lamentable que sigan con la estrategia de darnos atole con el dedo.

Milo Montiel, de la CNPA, destacó que la lucha campesina busca eliminar el manejo electoral de los programas; la pugna es por una estrategia para el desarrollo homogéneo de las regiones del centro, sur y sureste del país, que desde tiempos de la Colonia han acumulado rezago, pobreza y malestar social.

El movimiento también indicó que el Programa Especial Concurrente abarcó 18 ramos administrativos, 10 vertientes de gasto, cerca de 60 programas y más de 105 acciones; se incrementó en un promedio de 6.2 por ciento entre 2003 y 2014, generó dispersión de recursos, atomización del presupuesto y mantenimiento de clientelas políticas.

Sin embargo, la propuesta de presupuesto base cero no cambia esas dinámicas, mantiene la inercia de los subsidios y los privilegios basados en cuotas a determinadas organizaciones, empresarios y productores.