Buenos Aires 16 de octubre.

El candidato a la presidencia de Argentina por la coalición Cambiemos, Mauricio Macri, de la derechista Propuesta Republicana (PRO) enfrenta fuertes críticas de sus aliados, al trascender que en caso de ganar las elecciones, designaría en el Ministerio de Defensa al mayor retirado y ex carapintada Juan José Gómez Centurión.

Gómez Centurión está al frente del equipo de Defensa de la Fundación Pensar, de Propuesta Republicana (PRO), liderada por Macri y ligada a los sectores derechistas de Estados Unidos. Actualmente es funcionario del gobierno de la ciudad de Buenos Aires y una de las reacciones más fuertes fue la del diputado de la Unión Cívica Radical (UCR), Ricardo Alfonsín, hijo del ex presidente -ya fallecido- Raúl Alfonsín, el primer mandatario de la recuperación democrática, que triunfó en 1983 dando fin a la dictadura más cruenta de la historia.

El militar participó de los levantamientos militares de Semana Santa, en abril de 1987, y de Monte Caseros, en enero de 1988, contra el gobierno de Alfonsín. “Nos preocupa que las políticas de Defensa de Cambiemos estén a cargo de un ex carapintada que se alzó contra la democracia en la transición. Los radicales debemos acompañar alianzas definidas por el partido, pero no callar nuestras discrepancias ni apoyar lo que no compartimos”, escribió el diputado Alfonsín en su cuenta de Twitter.

La UCR conforma con PRO y la Coalición Cívica, la alianza Cambiemos, aunque muchos militantes radicales se negaron a acompañar a su partido en esta alianza.

El ex mayor Gómez Centurión es funcionario de PRO; Macri lo nombró al frente de la Agencia Gubernamental de Control (AGC) en octubre de 2012. Sobre este organismo existen varias denuncias por irregularidades, cobro de sobornos e incumplimientos de deberes de funcionarios públicos.

Además integra los equipos de Defensa de la la Fundación Pensar, a la que Macri encargó el diseño de su política para el área. Pensar depende de varias Fundaciones que maneja la inteligencia estadunidense, entre ellas la ultraderechista Heritage.

De acuerdo a algunos analistas, el militar había propuesto que las fuerzas armadas asuman la lucha el narcotráfico y temas de seguridad interior, prohibidas actualmente por ley y que son anticonstitucionales.

Es la misma política que quiere aplicar el candidato del Frente Renovador, Sergio Massa, y que Washington ha intentado imponer a los ejércitos de América Latina en este período, ante lo cual existe una resistencia en los gobiernos de la región, que advierten que la intervención militar en estas guerras antinarcotráfico dejan terribles secuelas en los países donde se imponen y no detienen el tráfico de drogas.

El senador, también de la UCR, Eugenio Nito Artaza dijo recientemente que “por suerte Macri no llega a la segunda vuelta, y nos salvamos de tener un ministro de Defensa carapintada golpista”, y añadió ningún radical puede votar por Macr.

En esta misma línea de contradicciones y escándalos se conoció, con pruebas y documentos que Macri entregó casi mil 400 millones de pesos (unos 146 mil 756 dólares, un dólar equivale a 9.54 pesos) en contratos a su ex socio y mejor amigo el empresario Nicolás Caputo.

Alrededor de 70 millones se hicieron con carácter de urgencia y contratación directa a su constructora, con el mismo procedimiento que útil, con el caso de Fernando Miembro, un periodista deportivo que iba como primer diputado en la lista del PRO y debió renunciar recientemente por este escándalo.

En su declaración jurada Macri reportó un préstamo personal de 18,5 millones de pesos a Caputo. Fue precisamente la declaración jurada lo que mostró una serie de vínculos y la conexión directa y los negocios presuntamente compartidos con su amigo y titular de la constructora más beneficiada en el ámbito porteño, informó en su portada el diario Tiempo Argentino.

Los 18.5 millones que el candidato a presidente de Cambiemos reflejó ante la Oficina Anticorrupción como un préstamo a Caputo, generaron dudas respecto a su origen, pero incluso en su círculo íntimo hay fuertes sospechas de que no se trató de dinero de un crédito, sino una pantalla para ocultar otros fines, señala el mismo periódico.

Son mucho más los datos que golpean fuertemente al candidato de Cambiemos, que se jactaba de una transparencia absoluta en su gestión como alcalde capitalino desde 2007.